CAPA, ¡entre corrupción y dolores de cabeza!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Responsable
de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Quintana Roo desde
septiembre último, el cuestionado -increíble, por el Partido “Verde”-, José
Enrique Torres López no ha podido responder a las exigencias de los
usuarios, menos aún de la propia dependencia que, contra lo que se supone,
podría traspasar su concesión de Aguakán a otra empresa privada, la española Acciona,
en 4 mil 500 millones de pesos.
Y
es que a los problemas diarios de la que fuera “caja chica” del gobierno en
turno se suman las altas tarifas que, contra todo sentido común, los diputados
del Congreso local se niegan a regular y aumentan de manera permanente, al
igual que Aguakán, con conexión o sin ella, con buen servicio o sin él.
Lo
anterior plantea un serio dilema para la gobernante Verde, Mara Lezama, quien
jura y perjura dejar a la Federación y a una supuesta consulta pública la
decisión de privatizar de nuevo el servicio a su “favorita”, dada la pésima
experiencia de ésta en Veracruz, donde el caso no era nada nuevo, según nos
relata Mateo
Quispe.
Así,
dice, en la zona conurbada de Veracruz, Boca Del Río y Medellín De Bravo, llevan
prácticamente 9 años sufriendo este tipo de concesiones leoninas, primero con la
empresa brasileña Odebrecht, junto con otra empresa española de agua de
Barcelona “Agbar”, a la que le compró la primera, pero luego le vendió a la
española Acciona, que ya operaba el sistema de agua en la ciudad de Boca Del
Río.
En
este sentido, mes con mes Acciona sube sus tarifas, según ella no, sino la
inflación, pese a que nunca han presentado algún certificado de calidad de agua
apta para consumo humano, como exigen la concesión y las normas vigentes, además
de haber dañado gravemente el medio ambiente y el conflicto con más de mil 500
trabajadores del sindicato Teniente José Azueta.
Éste
es del sistema de agua metropolitano de Veracruz Boca Del Río y Medellín De
Bravo, ya que el año anterior la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos emitió la Recomendación 119/2024 a
autoridades de todos los niveles de gobierno de Veracruz, ante abusos de los
derechos humanos por parte de la empresa “Grupo Mas”, perteneciente a Acciona
México, entre otros
Por
cierto, figuran miles de quejas sobre el tema ante la Procuraduría
Federal del Consumidor, así como auditorías ante el Órgano de Fiscalización
Superior del Estado de Veracruz (Orfis)
y la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente de esa entidad, pero
todas han brillado por su ausencia.
Decíamos
del dilema de Mara Lezama entre venderle la concesión del servicio a municipios
de la Zona Norte a la española Acciona y CAPA, aunque éste última ha dado
muestras de falta de honestidad, según puso de manifiesto el portal de
Información sin límite Quintana Roo, dado que la Auditoría Superior del Estado
no quiso auditarla.
En
efecto, la dependencia de la que sigue siendo cuestionado titular el ex
tesorero de la alcaldesa Yensunni Martínez en Othón P. Blanco, es decir Miguel
Cheluja Martínez, exoneró a la Comisión de auditarle “sólo” ¡182.6 millones de
pesos!
Verá
Usted. En el ejercicio fiscal 2023, entre los gobiernos federal y estatal se destinaron
más de 306.8 millones de pesos para obra pública, pero la Aseqroo, que se ha
“distinguido” por sus yerros prácticamente en todos los municipios -¿Se imagina
Usted por qué o cómo?, sólo se ocupó de 124.2 millones, y le “palomeó” 182
millones con total cinismo.
Así,
en la auditoría de la cuenta pública AEMIO-FO-024 R03 libró CAPA todas las
auditorías, robó cero pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento
de Entidades Federativas (FAFEF), según dijo la ASEQROO, aunque documentos
federales señalan exactamente lo contrario.
De
este modo, la auditoria del órgano fiscalizador federal revela las mentiras del
gobierno estatal: En Chetumal, la CAPA sólo invirtió, en 2023, 18.2 millones de
pesos, mientras una cuarta parte del monto total de inversión fue para la isla
de Cozumel, más de 13.8 millones en incorporar agua potable a los nuevos
fraccionamientos de Arboledas de OPB y 4.4 millones para la rehabilitación y
adecuación de tanque recolector y preservador de vacío “A” del sector centro de
Chetumal.
Sin
embargo, ningún peso destinó al mejoramiento del suministro de agua, por lo que
miles de familias de esta capital sufren las consecuencias, mientras los
negocios han detectado graves pérdidas económicas.
A
todo esto, súmele amable lector un delito muy grave de la CAPA ante los
usuarios, mientras callan los “paleros” llamados diputados de la XVIII
Legislatura, por cobrar un servicio diario que no proporciona igual, lo que
constituye un verdadero fraude bajo el amparo del poder y que debiera ser
denunciado.
Ya
que hablamos de fraudes y cosas parecidas, por cierto, las cuatro trabajadoras
de Agua Potable, detectadas por su desvío de más de 22 millones de pesos, continúan
“trabajando” en la CAPA, donde, como “premio”, ahora se desempeñan como “asesoras”,
con excepción de la llamada “Lupita”, tras cuya comparecencia ante la Fiscalía General,
abandonó su función, no así los 3 restantes, que permanecen activas, pues nunca
fueron despedidas.
Nos referimos a “Irene”, “Miriam” y “Mónica”,
quienes, junto con la anterior nombrada -sólo le faltaban dos años para su
jubilación-, habrían sustraído los recursos que invirtieron en el conocido
fraude de criptomonedas.
Lo
cierto, es que hay aún muchas cosas oscuras en la Comisión, entre otras, que
prácticamente todo ocurre en familia, pues lo mismo trabajan hermanas que
cuñadas y nueras, algunos despedidos por corrupción en administraciones
anteriores, mientras otros, como es el caso de un tal “Oscar”, en Bacalar como
director, posee varias propiedades, entre ellas terrenos cerca de la laguna, pese
a carecer de alguna carrera profesional.
En
fin, todo un dolor de cabeza para Mara Lezama y el aún “encargado” Torres
López, que se espera no termine con un nuevo concesionario privado, como
recomendó la propia presidenta de la República, desde luego si en algo le
importa a la mandataria.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
Titulado
como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con
siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y
2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos;
y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75
Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.
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