¡Tristes “golondrinas” del
Congreso!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Quizá
fueron las más tristes notas de “Las golondrinas” que hayamos escuchado en
muchos años, y provinieron precisamente –aunque no lo crea Usted- de la Cámara
de Diputados del Congreso de la Unión, y no precisamente por la despedida de
sus legisladores en la LXII Legislatura, sino por el cínico, vergonzoso papel que
desempeñaron bajo la batuta del sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera.
En
efecto, salvo algunas, muy, pero muy contadas, respetables excepciones, los
diputados se caracterizaron por su abierto desempeño bajo el mando del
presidente de la República, cuyas iniciativas defendieron a capa y espada,
contra los intereses del que juraron representar dignamente en la más alta
tribuna del país: El pueblo.
Tal
y como ocurrió en la mayor parte de su desempeño, la única oposición congruente
con su papel -contra lo que se suponía- no fue la del PAN o el PRD, ya que
optaron por defender los intereses de su bancada, que no de los mexicanos, o
bien condicionaron su voto con “pactos” más allá del dominio del pueblo.
No,
no fueron los verdaderos opositores, principalmente porque, sabedores que
uniendo fuerzas pudieron imponerse al duopolio PRI-Verde, se caracterizaron por
votar siempre uno en contra del otro, excepto, claro, cuando se trataba de
apoyar alguna iniciativa que después cacareaban como proyecto suyo.
Aunque
parezca mentira, quienes mejor papel desempeñaron fueron los legisladores del
PT, Morena y Movimiento Ciudadano, cuyos coordinadores no siempre vieron con
buenos ojos sus respectivas posturas, pero, al menos en el papel, se vieron
superiores a los oficialistas en materia de argumentos, aunque no siempre en
oratoria, que es lo mismo que demagogia.
Inclusive, para confirmar lo anterior, fue
precisamente una representante de Movimiento Ciudadano la que dio la mejor nota
de despedida a los curules legislativos que hoy se “enamoran” por todo el país:
La oaxaqueña Fabiola Valencia Ramírez que, objeto de burlas, rechiflas y demás
ofensas por parte de priístas y corifeos, fue, sin embargo, la mejor centrada y
honesta de todos en la conclusión del segundo periodo de sesiones del tercer
año de la Legislatura.
Y
vaya que tenía razón al reconocer me sentirse orgullosa de pertenecer a la
Legislatura, cuya principal característica fue fungir como oficina de trámite
del Poder Ejecutivo y, en muchas otras ocasiones, asumir el vergonzoso papel de
defensoría pública del presidente Peña Nieto.
La
historia del Congreso se escribirá como un Congreso incapaz de servir como
dique de la ambición de riqueza y de poder de quien ostenta el cargo de
presidente de la República.
Muchos
años atrás, Montesquieu sentenció que cuando los Poderes Legislativo y
Ejecutivo se reúnan en una misma persona o corporación no habría libertad,
porque era de temerse que el monarca o el Senado hicieran leyes tiránicas para
ejecutarlas del mismo modo.
Así
ocurre exactamente cuando el Poder Judicial no está separado del Legislativo y
el Ejecutivo. Con el primero, el imperio sobre la vida y libertad de los
ciudadanos sería arbitrario por ser juez el legislador, y estar unido al
segundo, sería tiránico porque gozaría el juez de la fuerza misma que un
agresor.
Así,
la LXII Legislatura fue sido incapaz de asumir su papel de contrapeso a la
ambición de un hombre y, por el contrario, legitimó el despojo de los bienes
nacionales, mutilación de los derechos laborales y centralización de la
educación, con la intención de acabar de una vez y para siempre con el único
dique de resistencia social del magisterio democrático y consciente.
¡Cuántos
de esos legisladores no tuvieron la oportunidad de caminar ahora donde lo hicieron
al inicio de su periodo! Seguramente se habrán percatado de que nada bueno ha
sucedido, todo es un statu quo. La pobreza sigue ahí enquistada en el rostro de
mujeres, hombres y nuestros niños, sobre todo en los Estados más amolados como el
sur de Oaxaca.
Por
el contrario, la gente se queja que hoy todo cuesta más. Pagan cara la gasolina
y el pasaje porque a sus diputados se les una reforma fiscal para gravar el
pasaje ante un “gasolinazo” que no frena. Hoy tienen menos posibilidades de
comprar la canasta básica porque el sueldo no ha subido, ni habido crecimiento de
la economía, pero ¿quién lo siente? La gente más pobre del país.
En
la triste legislatura de marras se hicieron reformas constitucionales, y el
Pacto por México de nada sirvió, pero la mayoría priísta-verde es responsables
de que tengan más oportunidades un extranjero que los propios mexicanos, y todo
por temor a votar contra las indicaciones de quienes ejercen el poder en sus
partidos: Sus coordinadores.
Quienes
tengan conciencia se darán cuenta al regresar a sus casas de que fueron
cobardes, que no tuvieron el valor de defender esta patria como protestaron al
inicio de la Legislatura, y más cobardes aun por no renunciar a sus prebendas y
privilegios.
Es
verdad que cuando uno de los poderes se somete al otro, o peor aún, cuando dos
de los tres se somete a uno de ellos, en este caso al Ejecutivo que encabeza
peña Nieto, se termina la libertad, un claro ejemplo de ello fue la libertad de
expresión amordazada en la Cámara de Diputados.
Presidente
de la Mesa en funciones y “curiosamente” representante del PRI en la Cámara, el
diputado Francisco Agustín Arroyo Vieyra, intentó una y otra vez acallar la
intervención de la diputada Aída Fabiola Valencia, quien le recordó que la
escasa oposición siempre estuvo contra la pared, y callada con una aplanadora
que no permitió jamás el debate.
No
obstante, expresó que, seguiría de pie, no, no por necia, sino porque conoce a
qué sabe la pobreza y cuánto duele la marginación, aunque estaba consciente de
que algún día renacerá una patria para todos, en la que, en efecto las
legisladoras quedaron en deuda con el género porque tuvieron miedo, porque
cuando se trataba de reformar para que se tipificara la violencia política se
acobardaron
Ah,
pero, eso sí, hicieron discursos demagógicos y van a las campañas a presumir ser
la mejor Legislatura por haber tenido ésta más mujeres, lo que, no obstante, de
nada sirvió porque al votar piensan en masculino.
Para
terminarla de amolar, siempre hubo oposición a que, por ejemplo, Arroyo Vieyra encabezara la Cámara, por
misógino.
Así pues, ¡qué tristes!, pero ¡qué triste sonaron Las
golondrinas” para esa triste Legislatura en poder del Ejecutivo!
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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