Balance de impune “ex”, vergonzoso
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Presidente
municipal de Cozumel entre 1990 y 1993, el “desaparecido” titular de la Sedari,
Luis Alberto González Flores, fue factor clave en la trayectoria política de su
sobrino, el tristemente célebre ex gobernador de Quintana Roo, el priísta Félix
González, quien obtuvo carta de impunidad como senador de la República al
término de su sexenio.
En
efecto, la carrera política del entonces bisoño isleño arrancó propiamente en
1990, cuando fungió como coordinador general de la campaña de su tío González
Flores a la presidencia municipal de Cozumel, hasta convertirse él mismo en
alcalde en 1999, tras haber pasado por varios cargos en el municipio.
Como
parte de su proceso como político regional y nacional, el ahora legislador
triunfó en las elecciones para diputado federal por el I Distrito Electoral de Quintana
Roo durante el sexenio de Joaquín Hendricks Díaz, de donde se postuló y triunfó
como gobernador de su Estado por el PRI en 2005.
Cuestionado
mandatario -de abril de 2005 a abril de 2011-, Félix González fue duramente
criticado al término de su sexenio por una serie de corruptelas y vicios
administrativos que compartió con su entonces Secretario de Finanzas, el ahora
presidente municipal de Cozumel, Freddy Marrufo Martín, a quien primero
convirtió en diputado local para proyectarlo a la alcaldía de su tierra natal.
Junto
con quien, por cierto, impulsó la “carrera” política de la ahora candidata a
diputada federal del PRI por el II Distrito Electoral, la gris Arlet Mólgora
Glóver, Félix González prácticamente multiplicó 10 veces la deuda pública de
Quintana Roo, al pasarla de mil 880 millones de pesos que le había heredado
Hendricks Díaz, hasta elevarla a 13 mil millones de pesos en tan sólo seis
años.
Se
involucró en un sinnúmero de irregularidades, entre ellas, hasta hoy
insuficientemente aclarado, también vendió a particulares durante su sexenio 877
predios patrimonio del Estado, esto a través del Instituto del Patrimonio
Inmobiliario del Estado de Quintana Roo (IPAE), además de darse el lujo de
crear la friolera de 12 dependencias que aumentaron sustancialmente el gasto
del erario público,
En
secreto, tal y como acostumbró hacer las cosas durante su gobierno, las
transacciones de terrenos fueron en lo “oscurito”, a grado tal que, determinar
cuánto se pagó por cada uno y quiénes los adquirieron, requeriría de mucho
tiempo y cientos de horas de trabajo, ya que el IPAE se negó sistemáticamente a
proporcionar datos, y sólo entregó números de folios que, dice, pueden consultarse
en el Registro Público de la Propiedad.
Conforme
a respuesta a solicitud de información 00195812, según publicó NoticaribeNews, de
2006 a junio del 2012, el IPAE se desprendió de 406 terrenos en Playa del
Carmen, los cuales pasaron de patrimonio de Quintana Roo a propiedad privada;
en Cozumel, el Gobierno del Estado vendió 176 predios; en Cancún, 156; y en
Chetumal, 139.
El
IPAE también se negó reiteradamente a informar sobre el monto de las
transacciones derivadas de la venta de los predios, que, en la mayoría de los
casos, la administración del todavía senador vendió a precios “preferenciales”,
es decir, muy por debajo de su valor comercial real, además de que los
beneficiarios fueron amigos, empresarios, familiares y políticos.
Según
el IPAE, “la información, por ser pública, se encuentra en el Registro Público
de la Propiedad y del Comercio”; y puede consultarse a través del folio
registral proporcionado por el IPAE, que puede verse en documento anexo.
En
julio del 2008, NoticaribeNews, a través de la Unidad de Transparencia del
Poder Ejecutivo, detectó que, en casi 3 años de gestión, Félix González había
vendido a través del IPAE 87 propiedades patrimonio del estado por 73 millones
de pesos, es decir unos 839 mil 295 pesos por cada negociación, precio, sin
duda muy bajo, si se considera el precio de la tierra en Cancún, Playa del
Carmen y Cozumel.
La
información es significativa, no sólo por el precio de venta del total de los
predios, sino porque deja ver que, en el primer trienio de su gobierno, el funcionario
priísta incursionó “tímidamente” en el gran negocio inmobiliario, pues en su
segundo trienio fue cuando comercializó casi 800 terrenos.
Así,
mientras Félix González se dedicó a deshacerse del patrimonio estatal como si fuera una empresa
inmobiliaria, dejó al desaparecido Instituto de Fomento a la Vivienda de
Quintana Roo (Infovir) sin predios para vivienda popular, lo que alentó la invasión
de terrenos.
El
legislador priísta aprovechó su posición como titular del Ejecutivo de Quintana
Roo para beneficiarse a sí mismo, a familiares, amigos y allegados con valiosos
terrenos.
Su
“gusto” por el sector inmobiliario también es conocido en Yucatán, donde, según
el portal YucatánAhora, en 2013 adquirió, a través del empresario Rodolfo Rosas
Moya, propietario de Aldea Zamá de Tulum, un valiosos predio de 60 hectáreas
por cerca de 12 millones de pesos, cuando su valor catastral es de 178.2 millones
de pesos. Félix conoce bien el camino, y se benefició de la misma forma que
muchos empresarios durante su sexenio.
Pero
vaya, no sólo como mandatario dio mucho de qué hablar, ya que durante la
primera mitad de su periodo en el Senado sólo tuvo una trayectoria mediana, mediocre
diríamos nosotros, ya que, según el portal de esa Cámara, hasta su segundo año sólo
tenía el 91.4% de asistencia en 105 sesiones, aunque justificó el 5.7% de sus
faltas.
Además,
en su primer año como presidente de la Comisión de Turismo, su informe de
actividades incluía 21 expedientes dictaminados, de los cuales 2 eran minutas,
8 iniciativas y 11 puntos de acuerdo, pero no había presentado ninguna
iniciativa, y su trabajo en la materia habían sido ajustes a las leyes, pero ninguna
propuesta de gran calado para el sector turismo.
En
síntesis, a tres años de su periodo, sigue más de lo mismo: Oscuridad, ¡y
todavía se atreve a opinar sobre corrupción en términos de cultura! ¡Priísta
como su jefe Peña Nieto tenía que ser!
Hoy,
el tío González Flores está “extraviado” en la Sedari -al igual que el campo
quintanarroense-, y el sobrino favorito Félix González sigue en las andadas,
ahora en el Senado.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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