¡Propone diputado legalizar
amapola!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Apenas
registrado en el Diario de los Debates del 7 de abril en la Cámara de
Diputados, el tema de la legalización de la droga volvió a la escena política,
ahora con el caso de la amapola que, sin embargo, ante la total cerrazón de
nuestras autoridades, es poco probable una mayor trascendencia, pese a su
adecuada fundamentación.
Convertida
en “reina” del cultivo de droga en México desde hace unos ocho años (de 2007 a
2012), la amapola destronó a la mariguana y, según los reportes de detección de
plantíos ilegales elaborados por autoridades federales, para finales de ese último
año, la superficie de siembra para la también conocida como “adormidera”, fue
40% mayor que para la “cannabis”.
Según
el reporte sexenal “Combate al narcotráfico”, de la Secretaría de la Defensa
Nacional, en 2007 el cultivo ilegal más extendido era la mariguana, de la que
erradicaron 23 mil hectáreas, mientras que la de amapola era 50% menor, con 11
mil 400 hectáreas, aunque las cifras se invirtieron conforme avanzó el sexenio:
Para 2008, el cultivo de mariguana fue sólo 28% mayor al de amapola y, para
2009, la “cannabis” seguía por encima, pero sólo por 8%.
Encargada
de erradicar los cultivos ilícitos, la Sedena explicó que en 2011 la balanza se
invirtió y, por primera vez, el área de suelo cultivado con amapola fue 19%
mayor al de mariguana, diferencia que se disparó en 2012, al llegar a 40%.
El
aumento en el cultivo de amapola, precursora de la heroína y goma de opio, es
patente a través de las estadísticas de confiscación de sus drogas derivadas. En
2008, por ejemplo, se incautaron 210 kilos de goma de opio, que para 2009 pasó
a 797; luego, en 2010, a 1.1 toneladas, hasta llegar a 1.4 toneladas en 2011,
aunque el aumento más evidente de decomisos de heroína fue de 3.7 toneladas en
2012, cuando que hasta seis años antes era tan sólo de 124 kilos.
Ante este panorama, el diputado perredista Fernando
Belaunzarán Méndez planteó un punto de acuerdo en el que, turnado a la Comisión
de Salud de su Cámara, pide al gobierno mexicano iniciar gestiones para poder
producir y cultivar amapola legal, de donde se obtienen la morfina y otros
opiáceos muy importantes para la salud, pero están muy encarecidos.
Como medicamento, la morfina es prácticamente para
gente muy rica. El 90% de la droga se concentra en Europa, Estados Unidos y
Japón, entre otros, donde, sin embargo, sólo vive el 17% de la gente. Es decir,
el 90% de la morfina es sólo para el 17% de la población, y eso que en México existe
mucha gente que agoniza con dolor.
Tal y como han difundido cientos y cientos de
editorialistas, profesionales y demás, su producción se ha incrementado
notoriamente en México, sobre todo para el mercado ilegal de heroína en Estados
Unidos, lo que representa un enorme problema, pero la mejor manera de
enfrentarlo no es con tanques, balas o represión, que han fracasado.
En efecto, existe otra posibilidad porque la
morfina y otros opiáceos están perfectamente aceptados como para que México
pueda cultivar legalmente amapola, y no reproducir la guerra contra las drogas
que no ha funcionado.
El gobierno de Guatemala ya está haciendo estas
gestiones en Viena, en la Comisión de Estupefacientes de la ONU, a efecto de poder
producir amapola legal.
Más importante que muchos de los asuntos que están
pasando en varios Estados, tiene que ver con este digamos “boom” de la heroína
en Estados Unidos, como una alternativa que podamos producir legalmente, dado
que hasta hoy no existe algún tratamiento eficaz contra el dolor en México.
Ya
desde 2011, la ONU alertó sobre la proliferación de la amapola en México, una
planta a partir de la cual se produce 9% de la heroína consumida en el mundo,
según reporte que en ese año publicó la Junta Internacional de Fiscalización de
Estupefacientes, informe en el que Naciones Unidas estimó que en el país
existían unos 50 mil heroinómanos. Al menos en ese entonces.
Además,
en marzo del 2013, como parte de su informe, dicha Junta dio cuenta de que la
heroína producida de México se consume principalmente en Estados Unidos, y
predomina en los estados del Oeste del río Mississippi, mientras que la
variedad colombiana se distribuye al Este de ese mismo río, en tanto que de la droga
incautada en Estados Unidos, 39% procedía de México, sólo superado por
Colombia, con 58%.
La
PGR, a través de su oficina de acceso a la información pública, reportó que
entre 2007 y abril de 2012, la siembra de adormidera se detectó en 25 de las 32
entidades, entre otras Chihuahua, Durango, Estado de México, Guerrero, Jalisco,
Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Sonora,
Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas, donde se erradicaron 456 mil 526 plantíos.
A
este mapa de cultivo de la droga se le sumaron desde 2009 Baja California,
Colima, San Luis Potosí; para el año siguiente, Chiapas, Coahuila y Guanajuato;
en 2011, Campeche y Yucatán; y en 2012, Hidalgo.
Con
todo, el 84% de los plantíos detectados y erradicados se ubicaban en cinco
estados, Guerrero el de mayor incidencia -más de 220 mil plantíos-, es decir,
casi la mitad de todos los sembradíos del todo el país, seguido de Durango (88
mil plantíos), Chihuahua (57 mil), Sinaloa (44 mil) y Nayarit (18 mil)
Las
fluctuaciones que ponen a la amapola como la droga más sembrada en México, no
se deben exclusivamente al aumento constante en su cultivo, sino también a una
disminución progresiva en el cultivo de cannabis, ya que, las hectáreas
detectadas con mariguana pasaron de 23 mil (2007) a 8 mil 670 (2012), lo que
representa un descenso del área de siembra del 38%.
Así
las cosas, la propuesta de Belaunzarán Méndez es solicitarle formalmente a la Comisión
de Estupefacientes de la ONU autorización para cultivar la amapola de manera
lícita, a fin de que México tenga la posibilidad de producir y exportar
legalmente medicamentos derivados del opio, tal y como hacen 18 países.
Ante
la escasez de opio, es una ventana de oportunidad para muchos agricultores,
además de que ayudaría a atender un problema humanitario, pues la gente de
escasos recursos en el sistema hospitalario también tendría acceso a estos
opiáceos, a la morfina para atender y tratar el dolor.
Entrevistado
por Carlos Puig por Milenio Televisión, junto con la coordinadora de Política
de Drogas de México Unido contra la Delincuencia, Lisa Sánchez, explicaron que
la amapola se puede producir legalmente con fines médicos y que los países para
sí mismos tienen habilitada su producción, por lo que México puede abastecerse
de amapola de manera legal producida localmente para su consumo nacional.
Irónicamente,
somos el segundo mayor productor de amapola del mundo y no la podemos utilizar,
pues cuando el Ejército encuentra un plantío lo tiene que quemar, ya que en
Estados Unidos existe una demanda creciente de heroína, y México está cubriendo
esa demanda por su cercanía, sobre todo a través de Chihuahua, Sinaloa,
Durango, Michoacán y Guerrero.
Ya
vimos que no funcionan soldados y violencia, que sólo generan una mayor
descomposición. ¿Por qué no buscar una salida inteligente? En México no existe
un sólo cultivo de amapola legal como cualquier país que quiera producirla
legalmente.
Para
su exportación requiere de una institucionalidad específica sobre cuáles son
las hectáreas plantables, cuál será la producción, la demanda internacional a
satisfacer y controles de calidad, además de garantizar que la cadena de
custodia sea segura para prevenir un mercado “negro”.
No
es requisito tener un laboratorio (farmacéutico), muchos lo hacen así, pero al
final el que gestiona y regula los usos es el Estado, a partir de una agencia.
La
ONU no puede autorizar nuevos productores de opio si no aumenta la demanda de
los países con crisis del dolor. Sigue aferrada de que el sistema de
fiscalización contra el narcotráfico funciona, aunque reconoce que existen vías
legales, que la demanda puede crearse y que hay países como México son capaces
de abastecerla.
Finalmente,
exportar amapola ayudaría a las condiciones económicas de la región donde se
planta, amén de que, en lugar de que los agricultores tengan que ser presas del
crimen organizado para el tráfico de heroína, cultivaría para que la industria
farmacéutica produzca morfina para atender el problema humanitario del dolor den
México.
¿Usted
cree posible que progrese la propuesta? ¡O dormirá el “sueño de los justos”!
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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