¡Estiércol tras influyentismo!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Tras
un mes que la oposición destapara en la Cámara de Diputados la cloaca que surgió
tras el caso del priísta David Korenfeld, ahora ex titular de la Comisión
Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de la Función Pública “sancionó” apenas
el jueves último a éste con una multa de 638 mil 653 pesos por el uso de un
helicóptero oficial para fines personales.
Sin
ese escándalo en el Congreso, al que restó importancia la mayoría de los
medios, muy probablemente nada hubiera ocurrido por esa irregularidad del 29 de
marzo, cuando Ignacio Vizcaíno Tapia, vecino de Huixquilucan, Estado de México,
donde vive la familia Korenfeld, subió fotos del ex funcionario a redes
sociales donde éste, maletas en mano, se disponía a abordar con su familia un
helicóptero de la Conagua.
Korenfeld
dijo que usó el helicóptero para una cita médica, a la que su familia lo
acompañó, aunque días después reconoció en redes sociales haber cometido un
error y haber pagado 10 mil 800 pesos a la Tesorería de la Federación para
cubrir el uso de la nave, pero El Universal publicó que su familia reservó en
Semana Santa un viaje a Vail, uno de los complejos de esquí más grande de
Colorado, Estados Unidos.
Korenfeld
abandonó el cargo el 9 de abril -no lo inhabilitaron, como debió ocurrir-,
según él, tras presentarle su renuncia a Peña Nieto y asumir que usó ocho
minutos una aeronave oficial para transportarse al aeropuerto de la ciudad de
México “ese es el error que cometí, y por eso hoy he tomado la decisión”, dijo,
en tanto se disculpó por lo que calificó como “un error”.
Sin embargo, poco se dijo del escándalo de dos días, que
inició el 7 de abril, cuando, recién iniciada la sesión de los diputados, la
perredista Claudia Elizabeth
Bojórquez Javier puso el dedo en la llaga al recordar que el año anterior había
criticado a Korenfeld por portar un reloj de más de oro de más de un millón de
pesos, ya que es indignante en un país donde sobrevivan más de 60 millones de
pobres y “tengamos que soportar a un personaje como él”.
Cinismo, prepotencia y abuso de todos los
servidores públicos ante la miseria que vive el país y los mexicanos. El señor
se justificó primero con una enfermedad, luego no saber directamente de qué se
trataba el tema, luego con negar quiénes lo acompañaban, dijo, por lo que
demandó al gobierno federal tomar cartas en el asunto, pues tiene la obligación
de sancionar ejemplar a todos los funcionarios con este tipo de prácticas tan
nocivas.
La legisladora concluyó que todos los funcionarios
que abusen de su cargo merecen una sanción ejemplar y no consentir que sigan
abusando. El Ejecutivo no puede seguir siendo cómplice de estos funcionarios, consideró
y exigió la renuncia de Korenfeld a Conagua.
Fiel a su costumbre de defender a los priístas, el
Partido Verde, a través de su diputada María del Rosario de Fátima Pariente
Gavito, contrademandó que unos 10 personajes del PRD, entre ellos el presidente
del partido, viajaron a Michoacán a acompañar al candidato a tomar posesión en
un Estado tan pobre como Morelos, y a la hora de querer entrevistar al
gobernador dijo que no hablaría del tema por ser un tema menor.
Entonces, consideró, para hablar hay que tener la
cola muy corta para tener la boca grande. Entonces, “si están hablando de los
helicópteros, pues también. Y además ya pasaron la factura de cuánto costó la
renta (de la nave de Korenfeld): Cerca de 45 mil pesos por dos horas”.
Sin embargo, Claudia Elizabeth Bojórquez le
respondió que, en efecto, es válido para cualquier persona de cualquier partido
o dirigencia rentar helicóptero u otro transporte para sus recorridos, porque
lo paga el partido o empresa a la que pertenezca, “pero el que usó Korenfeld es
de servicio público, asignado a una dependencia federal”.
Es una pequeña diferencia quizá, pero hoy no pueden
seguir abusando los famosos personajes del gobierno Ejecutivo federal lo que le
corresponde a todos los mexicanos y que se le cargue a los mexicanos, como
siempre, el pago de esos servicios, además de esos beneficios que ellos reciben,
apuntó.
Parecía cerrado el caso,
pero en la sesión del día siguiente la panista Elizabeth Oswelia Yáñez Robles
recordó a la ahijada del “Niño Verde” que es grave desestimar lo delicado del
uso de recursos públicos para beneficio personal, como fue el caso de
Korenfeld.
El hecho de que haya pagado los 45 mil pesos, de
ninguna manera desestima la falta administrativa, ya que el artículo 13 de la
Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos
determina como grave usar recursos públicos para beneficio personal, que una
falta grave se debe investigar, sancionar con destitución e inhabilitación de uno
a 10 años si no pasa de 40 salarios mínimos o hasta de 20 años si lo supera,
aunque la destitución es obligatoria.
Es grave porque causó un daño patrimonial, y es
necesario que la Secretaría de la Función Pública solicite todas las bitácoras
de las naves de Conagua para investigar si fue la única ocasión en que
Korenfeld utilizó una de la Federación para necesidades personales.
Las aeronaves de la Federación jamás han estado en
renta de los funcionarios para uso personal, por lo que exigió la investigación
y se informe el resultado de las bitácoras y de la gravedad del daño
patrimonial, ya que es mucho mayor que la del ex titular de la Profeco, Humberto Benítez Treviño, destituido por presumir
influencias su hija Andrea Benítez, “Lady Profeco”.
No podía permanecer callado el PRI. Su diputada Lourdes
Eulalia Quiñones Canales ironizó la preocupación del PAN por los funcionarios
federales, pero que en la Cámara también deberían estar pendientes del actuar
de los municipios, estados y gobierno federal, no sólo ver la viga en el ojo
ajeno “y no ver la paja en el propio”, sentenció.
Así, exigió investigar al gobernador de Sonora, el
panista Guillermo Padrés, así como al candidato a presidente municipal de
Sonora, Damián Zepeda Vidales, pues “no se vale que ellos, que sí han robado y
delinquido, sigan como si nada hubiera pasado”.
Respondió la panista Esther Quintana Salinas que es
bueno estar ocupados y preocupados por la deshonestidad de funcionarios que,
aprovechando el cargo, lo utilizan como si fueran propios los recursos, por lo
que no bastaba con que el sinvergüenza Korenfeld pagara 40 mil pesos, sino que
Peña Nieto lo pusiera de patitas en la calle, porque ese tipo de funcionarios
ensucian la política, de por sí tan mal vista por los mexicanos.
En este sentido, recordó al sinvergüenza coahuilense
Humberto Moreira, quien no ha sido tocado ni con el pétalo de una rosa, pese a
haber condenado a varias generaciones de paisanos a que no haya recursos para
su desarrollo, educación y salud.
Al igual que todos, repudió lo que sucede en el
país, y no vengo a darme baños de pureza porque, desafortunadamente, reconoció,
“en todos los partidos hay sinvergüenzas, pero hay que ponerles un alto. Con
que a uno se lo pusieran, lo iban a pensar dos veces los demás para seguir sus
porquerías en el dizque desempeño de su cargo”.
Ojalá que a todos éstos, que se burlan de la
confianza de los mexicanos, los pusieran tras las rejas como cualquier hijo de
vecino, porque si cualquier mexicano roba un pan se le castiga, pero hay
infelices que han robado y defraudado y no ha sido tocados ni con un pétalo,
terminó.
Pero el escándalo siguió con Francisco Alfonso
Durazo Montaño, por Morena, quien denunció maniqueísmo del PRI y PAN, llenos de
corruptos, y para los mexicanos no hay corrupción buena porque sea del PAN o
mala por ser del PRI, o a la inversa, por lo que se debería combatirse la
corrupción al margen de maniqueísmos, sean del PRI o PAN.
Consideró que, además de los casos del gobernador
de Sonora y de la Conagua, existe una lista interminable de gobernadores y
funcionarios públicos de distintos niveles a los que simple y sencillamente se
les debería aplicar la ley como partícipes en evidentes casos de corrupción.
El priísta Salvador Romero Valencia abonó a la
discusiones que no se vale acusar de
corrupción cuando falta autoridad moral suficiente, y ejemplificó el conocido
caso de los “moches” de diputados del PAN, lo que calificó de un escándalo pavoroso
de corrupción, que involucró a su propio coordinador, por lo que, retó: “Que
levante la mano para señalar corruptos aquél que esté libre de actos de
corrupción”.
Más centrada que todos, la petista Lilia Aguilar
Gil adujo que la corrupción es corrupción, pues resulta que no se pueden hacer
señalamientos porque de todos los que hablan, tan corrupto es uno como el otro,
por lo que habría que preguntarse ¿Cuál es su papel como legislador? Más
pareciera que quieren lavarse la cara con dichos bíblicos.
El tema de Korenfeld no es un señalamiento, sino
que se le cachó en la mentira, pues argumentaba asuntos médicos para
trasladarse al aeropuerto de la Ciudad de México, cuando que había programado viajar
a Colorado para esquiar con su familia, y el mismo ex funcionario se disculpó.
Así, el PT presentó un punto de Acuerdo para que se
le destituya, se le investigue por peculado y para que Peña Nieto instruya al
órgano interno de control de la Conagua iniciar la averiguación dentro de la
PGR, y no decir que México es tierra de ciegos donde el tuerto es rey.
Al día siguiente de esta tórrida discusión, el 9 de
abril, Korenfeld “renunció”, y un mes después lo multó la Función Pública, mas
no lo inhabilitó ¿Y el resto de la investigación?
No lo sabemos, pero resulta inaceptable pensar que
la impunidad debe de ser una práctica aceptable sólo porque lo hacen “los de
enfrente”. No debiera ser la lógica de la Cámara ni de ningún legislador, como
los del PRI.
No existe anticorrupción sólo de papel y palabra:
Hay que tomar hechos y acciones, no sólo en el caso de Conagua, sino también en
el de Sonora, pero en el caso de Korenfeld, en febrero se trasladó a la
metrópoli en el mismo helicóptero -un Augusta Westland, modelo AW109SP-, ¡por
lo menos 15 veces!
En todos los casos, la dependencia señala como
motivo “junta de trabajo”, aunque la mayoría de los traslados tenían como punto
de origen el domicilio de Korenfeld en el fraccionamiento Bosque Real, en
Huixquilucan, donde descendía la nave, adquirida por la Sedena en 2013 y cedido
a la Conagua.
En enero, el ex funcionario realizó 6 viajes
aéreos, 5 de ellos con el recorrido Bosque Real-Toluca y uno Toluca-Valle de
Bravo-Bosque Real-Toluca, en traslados también clasificados como “juntas de
trabajo”, aunque uno fue en domingo.
En todos los casos lo acompañó Enrique Gabriel Paz
Berumen, a quien personal de Conagua señala como su hombre de confianza.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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