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“Río revuelto”, ¡ganancia de bancos!
                                    Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Estaba a punto de aprobarse (92-7 votos) el decreto para reformar la Constitución en materia de disciplina financiera de entidades y municipios, pero, como diría el senador petista Manuel Bartlett Díaz, parecía que nadie estaba atento a que se modificaba una vez más, dado que los legisladores lo hacen por rutina, y ya ni se fijan en lo que se dice o vota.
La reforma, que presentaron las Comisiones de Puntos Constitucionales y de Hacienda, no fue más que lo mismo que ya habían discutido y aprobado, pero nuevamente se repetía ese glamour que “exige” la reforma constitucional, que en esta ocasión aprobaron de manera cómplice PRI, PAN y PRD.
No obstante, ninguno ponderó la notoria y sempiterna desigualdad presupuestal entre Federación y Estados, ni las crecientes responsabilidades de las entidades que impactan a la hacienda pública local, tema principalísimo que nadie tomó en cuenta, por lo que el Senado, que supuestamente representa a los Estados, terminó representando sólo al presidente Peña Nieto.
La concentración de recursos, fuentes de imposición de la Federación, convierte al Ejecutivo en poder absoluto desde el punto de vista fiscal, y los Estados viven siempre complicados porque, en lugar de movilizarse y pedir una reforma constitucional para crear un auténtico federalismo fiscal, los gobernadores, que parecen lacayos del Presidente, esperan que el Secretario de Hacienda les haga algún “favor”, pero deben “estar muy bien” con Peña Nieto.
Uno de los grandes defectos de nuestro sistema constitucional es que el Presidente se quede con todos los recursos para someter a los Estados, y eso “gracias” a que, en lugar de buscar el fortalecimiento de “sus” Estados, los senadores buscan fortalecer al Ejecutivo ¿Verdad “Niño Verde” (PVEM) y Félix González (PRI), de Quintana Roo?
De los recursos fiscales que recaba anualmente Hacienda, en el marco del Sistema de Coordinación Fiscal, alrededor del 80% los destina a la Federación, y el 20% a los Estados y municipios, para una distribución desigual de recursos que anula al federalismo mexicano, que aumenta las atribuciones del Congreso y de la Auditoría Superior de la Federación en detrimento de los congresos locales y de los órganos locales de fiscalización.
En efecto, el Congreso emitirá una ley para regular el endeudamiento de esos Estados, el DF y municipios, con modalidades, límites y condiciones, como una suerte de “liquidación” financiera, con lo que aprobando la deuda del DF en contra de la minuta que propone la reforma política de éste y que se espera salga algún día.
Ilógica e irónicamente -para Ripley-, ¡no habrá registro para la deuda de la Federación! Se prohibirá a Estados y municipios contraer deuda para su gasto corriente, pero NO a la Federación, pese a que, empezando por Peña Nieto, particularmente, ha desarrollado una creciente y brutal deuda pública para gasto corriente, que NO eliminó en los recientes recortes.
¿A quién representan entonces los senadores? La Auditoría Superior de la Federación podrá fiscalizar recursos de los Estados y municipios cuando éstos provengan de empréstitos garantizados por la Federación y que aprueba el Congreso de la Unión por mayoría, mientras que los empréstitos locales los deberán aprobar los congresos locales con mayoría de dos terceras partes.
Por otro lado, se establecen limitaciones para la contratación de deuda de corto plazo para los Estados y municipios y, de nueva cuenta, ¡Pero NO para la Federación! ¿A quién representan los señores senadores?
Otro aspecto muy grave, por prostituir a la Constitución con conceptos neoliberales que la destruyen, producto de un pacto social, de una Revolución y una historia en este tipo de votaciones -en el silencio y autismo- la reforma suprime el poder del Estado nacional para planear el desarrollo y dirigirlo hacia la preservación y garantía del interés general ¿No se habrán percatado?
Respecto a las participaciones federales, la deuda total de los Estados, a marzo de 2014, ascendía a 481 mil millones de pesos, aunque seis meses después sólo siete entidades han endeudado más del 100% las que recibirán, la primera Coahuila, con el 251% de sus participaciones.
Con todo, esa crisis de endeudamiento no es generalizada, pese a que algunos sinvergüenzas y corruptos compran propiedades en Estados Unidos y que seguramente están en el Banco HSBC, en un descubrimiento de dineros ocultos, apenas un segmento claramente identificado, que se han endeudado con mucho, por lo que deberían destinar sus ingresos propios para pagar el endeudamiento.
¿Y qué hace el Senado por esos siete estados? ¡Está reformando la Constitución! Le otorga facultades a la Federación para intervenir en su política económica y planeación. Hasta 2007, las entidades contrataban deuda a un plazo promedio de 10 años. A partir de 2008 empezaron a incrementarse sustancialmente hasta llegar a más de 20 años.
Por su parte, de 2001 a 2008 las tasas de interés promedio de la deuda contratada llegaron a estar al 9% anual, pero a partir de 2009 se empezó a contratar a mayor plazo y se fueron bajando a alrededor del 6%. Del 2001 al 2014, siete Estados contrataron deuda a tasas arriba del promedio general, entre ellos Baja California, Coahuila, Chihuahua, Jalisco, Estado de México y Veracruz.
¿Y sabe qué bancos tienen ese súper negocio de prestar a los Estados? Banorte ese es el mayor acreedor de Estados y municipios, según datos del 2013, con 78 mil 451 millones de pesos, claro, con la garantía de propiedades y de todo lo que significa prestarle al Estado.
Bancomer es segundo, con 58 mil 180 millones, y tercero Interacciones, propiedad de Carlos Hank Rhon, cuya cartera pasó de 40 mil 599 millones de pesos (2013) a cerca de 70 mil millones (noviembre de 2014) ¡30 mil millones de pesos más en sólo un año!
En síntesis, en los últimos 10 años aumentó 17 veces la cartera de crédito para estados y municipios. Un gran negocio.
Lo que es más, de acuerdo con los presupuestos de ingresos de las entidades, la banca recibió de los Estados 25 mil 787.9 millones de pesos en 2014 sólo por concepto de intereses, lo que representa 3.7% más respecto al 2013, cuando fueron 24 mil millones.
Así las cosas, en lugar de poner orden, y ver el negocio que significa la deuda para estos tres bancos, los representantes “populares” deberían recordar que Hank Rhon está involucrado en el tema de los fondos secretos del Banco HSBC y que también está Banorte con este negocio fantástico.
Por cierto, los legisladores parecen olvidar que la relación entre estos dos bancos, Hank Rhon y Peña Nieto, es muy, muy íntima y conveniente para ganar esas enormes sumas de dinero que se debieran resolver atacando la corrupción y los intereses que representa, pero nada de eso ocurre: Reforman la Constitución y la hacen más neoliberal sin que nadie se dé cuenta.

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)

*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo, con más de 37 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.


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