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En primera fila
                  ¡Merecido homenaje!
                                    Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Instituido en México el 23 de octubre de 1937, con ocasión de la Convención de Sindicato de Médicos Confederados de la República, justo un siglo después de la inauguración del establecimiento del Instituto de Ciencias Médicas, uno de los seis de enseñanza superior con las que contaba el país en ese entonces, el Día del Médico se ha convertido en un festejo anual que se recordó este jueves.
Para ese efecto, el Senado de la República incluyó en su orden del día un espacio para que los representantes de las diferentes fracciones parlamentarias realizaran un pronunciamiento, uno de los más destacados el de la panista Marcela Torres Peimbert, terapeuta queretana de profesión. Los “legisladores” de Quintana Roo, para variar, se olvidaron de la existencia de esos profesionistas.
Aunque en diferentes fechas, más de 100 países en el mundo festejan año con año a los profesionales de la salud, y vaya que con suficiente motivo, ya que la medicina es una profesión sumamente importante, cuya finalidad esencial y general es la curación de diversas enfermedades que se manifiestan en el cuerpo humano.
Pero además, ser médico no es una profesión sencilla, ni simple, sino una profesión que debe acompañarse de una profunda vocación por el servicio, enfocado en todo momento al bienestar de las personas y a la pasión por el aprendizaje.
Esta debe de ser continua y de por vida, ya que las enfermedades y el cuerpo humano, así como las tecnologías, están en constante transformación.
        Para practicar esta profesión no es suficiente el conocimiento de la medicina, sino también indispensable un gran compromiso con la salud de la población, con valores morales, éticos y profesionales que ayuden a un desempeño ejemplar que refleja en el servicio a quienes lo necesitan y se ponen en sus nuestras manos para salvar la vida.
        Los médicos son impulso para que nuestro país goce de buena salud.
        Un médico debe cumplir su labor de manera ejemplar en cada hospital y centro de salud, y realizar su mayor esfuerzo en los establecimientos de salud cuyas condiciones son sumamente complicadas en zonas rurales y lejanas, no sólo por destacarse como profesionales, sino por anteponer ante cualquier situación su compromiso con la salud de las personas.
        En este sentido, en todo momento debemos recordar su juramento hipocrático, en el que destacan: “Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y vida del enfermo serán mis primeras preocupaciones”.
        Cabe destacar que la preparación de los médicos no es muy fácil, toda vez que conlleva muchos años de estudios, desvelo y práctica, pero todo vale la pena porque están conscientes de que en las manos de cada uno de ellos estará la vida de muchos, y que de cada uno de ellos depende que los pacientes depositen su confianza y tengan certeza de que estarán haciendo lo posible por recuperar su salud.
        México enfrenta retos y desafíos que deberá sacar adelante con políticas públicas, leyes, acciones y estrategias adecuadas en el sector salud.
        Diversos padecimientos aquejan a la sociedad, como las enfermedades crónico- degenerativas: La obesidad y sobrepeso, diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades mentales que derivan en suicidios -tercera causa de muerte en jóvenes mexicanos- y algunos tipos de cáncer, entre ellos el de mama.
        La ventaja en estas enfermedades no trasmitidas es que pueden prevenirse si los médicos realizan un diagnóstico oportuno, y a partir de un trato digno y humano pueden atender estos males que presenta el paciente.
        Otro reto para el Gobierno Federal es la incorporación de los avances médicos, científicos y tecnológicos aplicados a la salud, que conllevan enormes posibilidades de aumentar la esperanza de vida, y que representan grandes herramientas que faciliten los diagnósticos tempranos.
        Nuestro país ha tenido avances en la materia, pero falta mucho por hacer, y de ahí que parte importante de ello tiene que ver con los profesionales de la salud, específicamente los médicos, cuya preparación es clave para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
        Cabe señalar que, conforme al INEGI, hasta el 2012 sólo existían en México 2.1 médicos y 2.5 enfermeras por cada mil habitantes, cuando que la Organización Mundial de la Salud estima que al menos deberían ser 3 médicos y 8.4 enfermeras.
        Por ello es importante promover esta difícil profesión y generar en el Sistema Nacional de Salud los espacios, recursos y herramientas necesarios para incrementar la plantilla en pro de una mejor atención.
        La labor del médico se aplaude y reconoce en este 23 de octubre. Invitamos a todos los médicos y estudiantes de medicina del país a trabajar con profesionalismo y humanidad, y destacar por su calidad humana en la atención de los pacientes, que así lo merecen.
Finalmente, también es justo entender que así como existen malas personas, también en la medicina existen malos doctores, pero también un sinnúmero de galenos que velan por la salud de todos sus pacientes.
        Muchas felicidades a todos los médicos en nuestro país, en especial a nuestros queridos familiares y amigos.

 (Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)

*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.


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