En
primera fila
Candidatura Verde, ¿pendejada?
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Salvo
una que otra excepción, una indignación generalizada y condena unánime fue la
reacción de los quintanarroenses ante la mención de la posibilidad de que el
“Niño Verde”, el senador Jorge Emilio González Martínez, fuese
eventualmente abanderado del PRI a la gubernatura de Quintana Roo en los
próximos comicios locales.
Desde
luego que nadie dijo que el sobrino del Dr. Simil sería realmente el candidato
a suceder a Roberto Borge Angulo, aunque, dadas las peculiares circunstancias
que privan en las convenencieras relaciones PRI-Verde, nadie tampoco puede
negar la posibilidad, sobre todo después de que, contra todos los pronósticos,
aquél recibió todo el apoyo del tricolor para convertirse en senador.
Antes
que se formalizara aquel acuerdo cupular no pocos chetumaleños se rasgaron las
vestiduras, priístas principalmente, que amenazaron con abandonar las filas de
su partido en caso de concretarse la candidatura del polémico político. Las
cosas se dieron, y no pasó absolutamente nada: El hombre obtuvo los sufragios
necesarios para convertirse en legislador.
En
esta ocasión, la sola mención de que ese “extranjero” pudiera convertirse en el
octavo gobernador constitucional de Quintana Roo arrancó las más variadas
protestas en redes sociales, donde destacó la de la priísta ex petista Niza
Puerto Paredes, quien fuera Vocera del entonces gobernador Mario Villanueva
Madrid en la Zona Norte, renunciara al PRI y se pasara al PT para postularse en
2013 candidata independiente a una diputación.
También
titular de Comunicación Social durante la campaña del ex gobernador Félix
González a la senaduría, la política, con el “florido” lenguaje que la
caracteriza, calificó como “una pendejada” en Facebook la columna anterior de
su servidor, sin ningún argumento de peso ni análisis valedero y mucho menos
considerar que la propuesta no surgía de nosotros.
Por
si sólo se tomó la molestia de leer la introducción de la columna, Niza Puerto
ignoró que, dados los antecedentes del caso, fuimos los primeros en oponernos a
la posibilidad de que el “Niño Verde” volviera a hacer la “chica”, por lo que
la única “pendejada” real fue el paso de la mujer por la política, tan es así
que como Vocera echó encima de Mario Villanueva a los periodistas del Norte.
En
efecto, la innegable posibilidad surge ante la inmejorable relación del PRI con
el Verde “Ecologista” de México, que encabeza Arturo Escobar y Vega desde el
2011, aunque sólo con carácter de Vocero Nacional, y a pesar de que tiene entre
sus responsabilidades representar al Partido en su relación con otros partidos políticos,
instituciones gubernamentales y organizaciones sociales, quien realmente lo
maneja es González Martínez, su ex presidente.
Hasta
donde se sabe, el PVEM ha fungido por siempre como “satélite” del PRI, al que
apoya invariablemente para obtener mayoría en la aprobación de decisiones en la
Cámara de Diputados, con sus 27 representantes, 12 de ellos de mayoría
relativa, aunque, sumados a los 214 del tricolor, superan los 215 que suman PAN
y PRD juntos, además de que generalmente se les adhiere Nueva Alianza con sus
10 representantes. Los otros partidos, Movimiento Ciudadano y PT, tienen 20 y
14 legisladores, respectivamente.
En
el caso del Senado, el Verde aporta siete representantes, cuyos votos suman
también invariablemente a los 54 del PRI, contra los 38 del PAN y 22 del PRD,
por lo que juntos también superan a esta oposición, aunque podrían perder esa
mayoría de sumarse los seis del PT, una senadora sin grupo y otros dos con
licencia. El problema real es que nunca ha coincidido el blanquiazul con el sol
azteca.
Como
sea, el Verde se ha vuelto indispensable para el partido oficial, a grado tal
que en no pocos Estados han formado exitosas coaliciones, y de ahí que se
sospeche su financiamiento y, por si fuera poco, la natural negociación de
candidaturas comunes, tal como fue el caso del “Niño Verde”, candidateado en Quintana
Roo contra viento y marea pese a no ser nativo.
Así
las cosas, nos preguntamos, ¿no cree Usted posible que se diera el mismo caso
con la candidatura a gobernador? ¿Qué, quién o cómo lo podría impedir?
¿Considera Ud. que si lo decidiera el presidente Peña Nieto alguien podría
opinar lo contrario? Y ya vayámonos olvidando del PRI, ya que, como bien se
sabe, en estas circunstancias no tendrá ni vela en el entierro, ¿O cree Ud. que
sí?
Efectivamente,
no reúne los requisitos de la Constitución de Quintana Roo para alcanzar la
gubernatura, pero estamos ciertos de que es tan “sabio” el sistema que, ante
órdenes de muy “arriba”, buscaría algún vericueto legal para solventarlo. Existen
experiencias similares y nos han “llevado al baile”.
Los
mejores testigos son el ex alcalde de Benito Juárez, el ex perredista Gregorio
“Greg” Sánchez y, años más atrás, el ex priísta veracruzano Joaquín González
Castro, ex diputado local convertido al desaparecido Convergencia por la
Democracia, hoy Movimiento Ciudadano.
Si
no queremos que algún no-quintanarroense nos gobierne, desde hoy se debe
comenzar a formar un frente de lucha que, sin embargo, no debería encabezar
ningún partido ni movimiento nativista que, según la experiencia, sólo
aprovecharía para obtener alguna posición.
Por
último, está claro que la posible, eventual candidatura del “Niño Verde” NO resulta
ciertamente ninguna “pendejada”, como la califica doña Niza, miembro del grupo
del ex alcalde mitómano de Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio, con
quien simpatiza en la candidatura de Carlos Joaquín González ¡Con razón le
indignó tanto la columna anterior!
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