En
primera fila
¡Se desmorona México!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
En
sendas sesiones en las que los partidos oficiales y oficialistas se encargaron
de atizar el fuego de la indignación nacional, el Senado de la República y la
Cámara de Diputados dieron entrada ayer a las primeras iniciativas del
“decálogo” del presidente Peña Nieto, en la segunda con una controvertida
iniciativa cómplice que disfrazó el PAN para impedir las manifestaciones
públicas.
Se
trata de un dictamen con proyecto de decreto que reforma y adiciona los
artículos 11 y 73 de la Carta Magna en materia de movilidad universal que, en
apariencia progresista, innovadora, podría utilizarse en la coyuntura político-social
que vive el país como coartada para la reprimir y frenar el legítimo derecho a
manifestarse en términos de la Constitución, pese a que ya se había advertido
una contradicción entre dos derechos constitucionales: La libertad de tránsito
y ahora el de “movilidad universal”.
Lo
cierto es que el dictamen es políticamente inoportuno, ya que la crítica situación
del país de intensas movilizaciones sociales, repudio al gobierno federal y
enojo ante las violaciones a los derechos humanos, la inseguridad y la caótica
situación económica, impiden que se envuelva bajo el tema de la movilidad, que
podría ser puerta de entrada para frenar otros derechos fundamentales.
Es
verdad que nada impide que los Congresos locales puedan apuntalar medidas para
atender a grupos con necesidades especiales en materia de transporte, se
procure la utilización ecológica del transporte público y haya campañas para
desincentivar el uso del automóvil y privilegiar el transporte público. Nada en el marco
jurídico mexicano impide avanzar en esas medidas legislativas o reglamentarias
para facilitar el transporte y la movilidad urbana.
Empero,
reformar hoy los artículos 11 y 73 para introducir este derecho de “movilidad
universal”, puede ser la vía para justificar, frenar movilizaciones y actos
legítimos de protesta, así como impedir el libre tránsito o violentar derechos
humanos.
Desde
luego que no lo dice así el dictamen, pero no faltará algún tramposo desde el
gobierno o los tribunales que con esa apreciación justifique atrocidades y
violaciones a los derechos.
Y
conste que no faltan justificantes para esos reclamos sociales, ya que México atraviesa
por severa crisis económica que avalan analistas del sector privado, que ayer ajustaron
nuevamente a la baja la meta de crecimiento económico del 2.30 al 2.19, en
tanto que persiste el permanente deslizamiento del peso y el precio del barril
de petróleo está en franco descenso.
Así
pues, se trata de un escenario difícil en materia económica, que se suma a un
escenario de inconformidad social creciente, la que se reflejó en la contundente
encuesta del lunes en periódicos nacionales: El 91% de los líderes del país y
el 72% de la población abierta reprueban el manejo del tema de la corrupción por
parte de Peña Nieto.
Y
si se trata de la calificación de la popularidad del mandatario, entre los
líderes desciende hasta 4.1, pese a que fueron los que al inicio del sexenio lo
calificaban de la manera más favorable.
Así,
frente a este escenario de inconformidad, introducir la reforma en el tema de
movilidad, que pueda utilizarse para frenar el descontento social, no se puede
justificar, y menos cuando la iniciativa estuvo en la “congeladora” desde
abril, cuando eran otras las condiciones del país, en circunstancias en las que
se le pudo dar trámite.
Hoy
en día, no obstante, podría servir de pretexto a Peña Nieto para reprimir a los
manifestantes, aunque, de hecho, ya lo están haciendo, puesto que ahora primero
detienen a la gente, la mandan a los penales de alta seguridad y luego la sueltan,
como una medida para sembrar terror, atemorizar e inhibir la participación.
Paradójicamente,
en el norte del país, donde todo pareciera estar bien porque no existe la
magnitud de las marchas del sur y centro, es donde más se reprueba al gobierno
de Peña Nieto, según encuestas de los periódicos nacionales Reforma y El
Universal.
Por
otro lado, en estos años, particularmente en los últimos dos, uno de los sectores
particularmente golpeado, vejado y perseguido ha sido, sin duda, la juventud
mexicana, una juventud a la que ha tocado crecer en un entorno de crisis
económica y dificultades sociales con falta de oferta educativa y empleo.
En
este sentido, otro de los temas de la sesión del martes el proyecto de decreto
para reformar de la Ley Federal del Trabajo en materia de trabajo de menores, no
atiende a fondo la problemática del empleo juvenil ni de las oportunidades para
que cuenten con una vida digna que les permita estudiar, trabajar, crecer,
formar una familia y ser parte de un país con armonía y estabilidad.
Por
ello se cuestiona el manejo de la política económica, ya que no ha generado los
empleos que se publicitaron en campaña, y la reforma laboral fue la primera
reforma estructural fallida, que si bien se dio formalmente en el sexenio
anterior, fue el preámbulo ominoso del Pacto por México.
Hoy
no sólo el país está crispado socialmente, no sólo hay violaciones graves a los
derechos humanos, no sólo la corrupción está hasta el tuétano del poder
público, empezando por la Presidencia de la República, sino que la economía del
país trae signos de una crisis que no se alcanza a vislumbrar.
Aunado
a la baja de la meta de crecimiento, el precio del dólar se ha cotizado a casi
14.30 pesos, y el petróleo está en su peor nivel desde mayo del 2010, casi
rondando la cifra de 60 dólares por barril, mientras que la mayoría “oficiosa”
de la Cámara lo proyectó a 79 dólares en
la Ley de Ingresos, lo que, pero como está la economía del país, se antoja como
propósito utópico.
Sin
embargo, viene al caso el tema de los jóvenes porque las bajas tasas de
ocupación afectan a casi un millón de jóvenes que, además de perseguidos y sin
posibilidades de manifestarse, son primer blanco de las policías, más allá de
los delincuentes, tanto de la delincuencia organizada como la de “cuello blanco”.
Por
ese motivo, las reformas son insuficientes, aunque formalmente tenga que adecuarse
a todo el sistema jurídico laboral. No obstante, ante la realidad que vive el
país, los jóvenes requieren verdaderas respuestas, no represión, no falta de
empleo ni persecución, sino oportunidades para desarrollarse con dignidad y mejor
futuro.
Ahora
bien, respecto a la iniciativa de “movilidad universal”, aprobada con el “visto
bueno” del PAN, la presentó su correligionario Marco Antonio Aguilar, quien muy
probablemente pudo haberlo hecho con la mejor intención, como una Ley avanzada
en materia de Movilidad Urbana, tendiendo precedentes legislativos, pero ha
corrido muchísima agua debajo del “puente” de abril a la fecha.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana
Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor
y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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