En
primera fila
PVEM, ¡en plena campaña!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
A
punto de aprobarse formalmente la prohibición de usar animales de vida
silvestre en espectáculos públicos, el Partido Verde “Ecologista”, uno de los “satélites”
e incondicionales del PRI -principal impulsor del proyecto-, volvió a ser nuevamente
objeto de controversia ante la opinión pública esta semana ante su incongruencia
como opción política.
Tal
y como le restregara el diputado federal petista, Manuel Rafael Huerta Ladrón
de Guevara, respetar la naturaleza no sólo significa hacerlo con el entorno en
el que vivimos, conservar un paisaje de especial belleza, salvar de la
extinción a especies animales o proteger las ballenas o elefantes.
El
respeto por la naturaleza nos lleva a la larga a cambiar nuestra forma de vivir
y actitud respecto al mundo y nosotros mismos, por lo que es loable impulsar
una legislación para proteger la vida animal y quien la impulsa manifiesta una
visión integral y de respeto a la vida y la relación de ésta con el entorno
natural.
No
obstante, según el dictamen, los circos que emplean animales silvestres
pertenecen a otro momento histórico, donde no existía consciencia sobre la
capacidad de sufrimiento de los animales y la importancia del cuidado y
conservación de las especies, y que los circos deben evolucionar sin afectar a
otras especies animales.
Así,
el Verde propone, entre otros, modificar el artículo 78 de la Ley General de la
Vida Silvestre para prohibir el uso de ejemplares de esta vida silvestre en
circos.
Sin
embargo, esta supuesta “preocupación” por la vida animal y la comprensión del
sufrimiento animal exige congruencia entre el tema y el quehacer político, sin
presentar el doble discurso de la demagogia en temas ambientales y de vida
silvestre.
En
caso contrario, es tanto como hablar de corrupción y tener una “Casa Blanca”
obtenida con recursos inexplicables, o bien acudir al Congreso a hablar de
Morelia, de Invictus, pues ya lo vemos en los cinemas de Germán Larrea -es propietario
de Cinemex-, en cuyos anuncios dice haber limpiado todos los ríos que
contaminaron sus empresas en Sonora.
¡Pura
demagogia legislativa del Partido Verde! El artículo 3 de la propia Ley General
de Vida Silvestre define crueldad como acto de brutalidad, sádico o zoofórico
contra cualquier animal, ya sea por acción directa, omisión o negligencia.
Verá
Usted. La fracción XIII del Artículo 3 de la Ley Federal de Juegos con Apuestas
y Sorteos, que aprobaron el Verde y el PRI, define espectáculos en vivo como los
juegos con apuesta que cuenten con permiso del nuevo Instituto y que se realizan
en hipódromos, carreras de caballos, canódromos, carrera de hidalgos, peleas de
gallos y las carreras de caballos en escenarios temporales.
Hubiera
hablado el Verde de todos esos gallos que van a morir ahí, más que de Morelia e
Invictus, pues se trata de una ley que no pasa la prueba del principio de
protección de la vida animal y la adopción de medidas para evitar maltrato o
sufrimiento innecesario que sustenta ese Partido en su dictamen de iniciativa.
Así,
si fuera congruente quien dice ser defensor de los animales, debió votar contra
la Ley de Juegos y Sorteos que permite el uso, abuso y maltrato de amínales en
juegos de apuesta, lo que resulta más grave, ya que, al fin de cuentas, ya no
sólo se trata de entretenimiento, sino del abuso de animales con el objeto de
obtener ganancias a costa de la explotación y vida de los animales involucrados…
pero el Verde votó a favor.
La
falta de credibilidad en la clase política se sustenta en un abismo entre lo
que se dice y hace. Quien se preocupa por la vida lo hace en sus términos, no
busca pretexto o justificación alguna.
La
protección de animales debe estar más allá del uso político y propagandístico
que chantajea la sensibilidad de los ciudadanos para obtener un impacto
mediático; este juego de doble cara afecta la credibilidad en los actos del
Poder Legislativo.
Lo
único cierto es que la propuesta del Verde no tiene más objetivo que la
promoción mediática para aprovechar la preocupación de los ciudadanos por la
protección animal, por lo que los cambios al párrafo tercero del Artículo 78
para prohibir usar ejemplares de vida silvestre en circos, NO es la propuesta
más adecuada ni correcta para combatir el maltrato a los animales, como tanto
anuncia el Verde.
Esa
generalidad debió acotarse, ya que NO todo ejemplar de la vida silvestre que
mantienen en cautiverio empresas cirqueras implica actos de maltrato animal. A
este nivel, en cualquier momento querrán cerrar hasta las exposiciones de
arácnidos o serpientes.
El
Poder Legislativo ha creado leyes para proteger la vida silvestre con una
visión integral. En cambio, los legisladores del Verde “Ecologista”, que claman
la prohibición del maltrato a los animales en circos, sin embargo, SI aceptan
el maltrato de animales en hipódromos, galgódromos, carreras de caballos y
peleas de gallos en ferias.
Estos
“protectores” de animales rechazan, incluso, el uso de ropa o accesorios de
origen animal, lo que no sucede con su prominente gobernador de Chiapas, el
primer gobernador de ese partido, Manuel Velasco Coello -prometido de la actriz
Anahí Puente- quien no sólo aceptó portar un tocado de piel de animal, sino
además, contra un trato digno de personas, aceptó ser transformado en una mula
tradicional en comunidades indígenas, en las que quienes lo cargan son mexicanos
indígenas, en calidad de tlatoani.
Por
si fuera poco, el mandatario deja de considerar que estos usos y costumbres
contravienen principios constitucionales de trato digno y respetuoso a los
gobernados, pero todo mundo sabe de la operación de recambio del PRI con el
Verde “Ecologista”. Saben que no deben, pero utilizan toda esta propaganda.
Por
cierto, el diputado Ladrón de Guevara exhibió en el Congreso la foto del
gobernador de Chiapas en su “mula”, como una prueba del respeto del Verde “Ecologista”
a los animales.
Todo
hace suponer que Velasco Coello parece haber iniciado una campaña política
anticipada, para la cual gastó ¡más de 10 millones de dólares en su propia imagen
-comunicación social y publicidad- durante su primer año de labores!, esto es casi
la mitad del presupuesto de Chiapas, según publicó Univisión, mientras que en
redes sociales existen llamados a denunciarlo ante el Instituto Nacional
Electoral.
Con
todo, el joven mandatario de 34 años -alcanzó la gubernatura con la coalición
Verde, PRI y Nueva Alianza- manifestó cínicamente en su primer informe que “nos
vimos obligados a tomar decisiones que si bien no eran populares, sí eran las
decisiones correctas para que Chiapas tuviera viabilidad financiera. Iniciamos
apretándonos el cinturón en el gasto del gobierno y en el gasto corriente”.
El gasto de publicidad e imagen de Velasco Cuello supera el
doble que utilizó su antecesor Juan Sabines en 2 años, pero si aquél actúa mal,
su partido “ecologista” está peor en sus andadas con el PRI, amén de que en un
régimen democrático no pueden existir violaciones a la ley, como las que todos vemos
en los cines, con hasta tres spots de diferentes temas del Verde en una sola
función, y Lorenzo Córdova y sus consejeros electorales del INE parecieran estar
dormidos o simplemente dejan pasar esta inequidad electoral.
Subrayamos
esto porque seguramente se seguirá propagandizando como ya lo han hecho, y
aunque esta denuncia también la presentó Movimiento Ciudadano ante la Cámara de
Diputados, muy probablemente se habrá sentido aludido, ofendido e “indignado”
el presidente en funciones de la Cámara, Tomás Torres Mercado, ya se imaginará
Usted por qué. Curiosamente, gracias a la mayoría del PRI y sus cómplices, este
último legislador proviene del Verde “ecologista”.
Hay
que ser congruentes. Tampoco se puede defender la vida animal y pedir la pena
de muerte de las personas, como hace este partido contra los secuestradores, pero
menos aun se puede luchar contra el maltrato animal y permitir la violación a
los derechos humanos. Se debe respetar íntegramente cualquier forma de vida
humana en un régimen y un estado democrático de Derecho.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana
Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información,
editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha
fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes
municipales, y publicado tres libros.
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