En
primera fila
¡Complicidad PAN-PRI!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Ahora
en manos del Senado de la República, el tema de los casinos en México también
implica una serie de razonamientos en contra, más aun cuando que a través de
los años ha estado íntimamente ligado a la perversidad política del sistema, en
la que el PRI y PAN fueron los más involucrados, sobre todo durante el sexenio
de Felipe Calderón.
No
obstante, la aprobación del proyecto por parte de la Cámara de Diputados no se
dio en un marco de pleno convencimiento por parte de todos los partidos, sobre
todo en el caso de la oposición, cuyas propuestas de modificación, como ya es costumbre,
fueron rechazadas una tras otra. Con todo, dijeron votar a favor “por
resignación”.
Claro
ejemplo fue la diputada petista Lilia Aguilar Gil, quien dijo coincidir con su
correligionaria Magdalena del Socorro Núñez Monreal en no estar de acuerdo con
los casinos, “pero ya existen” y que la terrible apertura del sistema
neoliberal ocurrió desde hace muchos años, sobre todo en los dos sexenios del
PAN, lo que propició que en México haya más casinos que universidades e
instituciones de educación superior.
En
efecto, desde 1947, cuando se creó la Ley de Juegos y Sorteos, ésta no ha
tenido una sola modificación, aunque en el 2004 Vicente Fox creó un inoperante reglamento
que sólo puso el control de permisos en pocas manos con un reglamento
inconstitucional que, sobre todo, permitió que empleados de la Secretaría de
Gobernación fueran sobornados por las mafias de casinos.
La
entrega de permisos y concesiones con criterios políticos nació con Carlos
Salinas, quien, después de derogar algunos artículos, le entregó una concesión
a “Grupo Caliente”, de Jorge Hank Ron, sospechosamente cuando el padre de éste,
Carlos Hank González, fungía como secretario de Turismo, cabeza del grupo “Atlacomulco”
-al que pertenece el presidente Peña Nieto-, quien acuñó la frase de “político
pobre, pobre político”.
Finalmente,
las autoridades de los tres niveles de gobierno fueron superadas por una sola y
simple razón: Una realidad que ya estaba en el país y no estaba regulada ni
reglamentada, ya que, antes de proliferar los casinos, los gobiernos del PAN
promovieron los permisos para su operación.
Por
ejemplo, recordamos que una, semana antes de concluir su periodo, el entonces
secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, otorgó 230 permisos para
operar casinos. También recordamos que, antes de concluir su sangriento
sexenio, Felipe Calderón autorizó 94, en uno de los señalamientos de actos de
corrupción más grandes del país, ya que implicaba tolerar su funcionamiento
irregular.
La
discusión de hoy no es sólo para reglamentarlos, sino la creación de la
Comisión Especial de Juegos y Sorteos y su trabajo para motivar la iniciativa.
El debate para su creación se dio precisamente con señalamiento de escándalos
por los permisos que otorgó Calderón a través de su entonces subsecretario de
Gobernación secretario particular, Roberto Gil Zuarth.
De
origen chiapaneco, el panista Gil Zuarth es actualmente Senador presidente de
la Comisión de Justicia, secretario de la Medalla “Belisario Domínguez” e integrante
de las Comisiones de Derechos Humanos y de Anticorrupción y Participación
Ciudadana, pese a que desde Gobernación favoreció entonces a 80 casinos con permisos ¡hasta por
cerca de 25 años!
La
mafia de ex funcionarios de la Secretaría de Gobernación a la que perteneció,
por cierto, también aprobó los permisos del casino Royale de Monterrey, donde un
comando armado de entre 13 y 16 “Zetas” roció gasolina y provocó un incendio
que dejó 61 personas muertas a fines de agosto del 2011.
Según
el administrador del negocio, a nombre de Atracciones y Emociones Vallarta y
CYMSA Corporation, cuyo representante legal es Enrique Hernández Navarro y cuyo
Consejo conforman Rodrigo Madero Covarrubias y los hermanos José Francisco y
Ramón Agustín Madero Dávila -primos del ex alcalde de Monterrey Alberto Madero
Quiroga-, el grupo delictivo exigía un pago semanal de 130 mil pesos para
operar.
Pero
vaya, el tiempo también puso en evidencia vínculos de Calderón con el
empresario Rojas Cardona, quien financió su campaña para la presidencia en
2010, circunstancia que obliga más a que la regulación del tema sea más
transparente, ya que actualmente sólo 32 grandes permisionarios están
autorizados para la instalar y abrir centros de apuesta.
Con
todo, sin embargo, el PT votó a favor, supuestamente porque no se pueden cerrar
los ojos para comprobar que los casinos ya están en México, que se ha creado
ludopatía y formas de explotar a los que menos tienen, y que se necesita un
marco regulatorio porque, a menos que haya una determinación del Ejecutivo, es
imposible dejar el juego al libre albedrío de los hombres del dinero. No es la
solución.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana
Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información,
editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha
fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes
municipales, y publicado tres libros.
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