En
primera fila
La UQROO, ¡cuestionada!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
En
uno de los peores, pero mejor documentados cuestionamientos de su corta
historia, el nombre de la Universidad de Quintana Roo quedó prácticamente por
los suelos, luego que un escrito, sólo firmado por “ex profesor universitario”,
pusiera de relieve un sinnúmero de serias, graves deficiencias e
irregularidades en la llamada Máxima Casa de Estudios, que hoy ponemos seriamente
en duda.
Y
conste que lo hacemos con justa razón, ya que la institución atraviesa por una
evidente crisis que no sólo se puso de manifiesto tras la no menos sospechosa,
cuestionable “fumigación” que ordenó la controvertida, aún rectora Elina Coral
Castilla de Corona, lo que confrontó a la población universitaria con su
espíritu democrático y exacerbó a los estudiantes.
También
con justa razón ponemos seriamente en duda el nivel de calidad de esa institución
fundada hace 23 años, ya que su ubicación como cuarta peor universidad de todo el
país no puede más que avergonzarnos ante tanto esfuerzo e inútil gasto por
parte de las autoridades por ofrecerle a los quintanarroenses y países vecinos una
digna Casa de Estudios que hoy dista mucho de ser.
La
denuncia anónima estuvo a cargo de un “ex profesor universitario”, al parecer Xavier
Gamboa Villafranca, a quien despidió injustificadamente el entonces rector José
Luis Pech Várguez en agosto de 2008 por crear un supuesto sindicato de facto, pero
que finalmente demostró tener la razón al ganarle un juicio laboral por el que
deberán pagarle 2.5 millones de pesos como indemnización.
Pero,
vaya, independientemente de que el autor del “escrito” hubiera sido Gamboa
Villafranca o cualquiera otro, lo cierto es que tiene sobrada razón al
cuestionar la calidad del nivel universitario que atribuye a Pech Várguez, pero
que empeoró con Elina Coral, cuya incapacidad se puso de manifiesto desde su
propio nombramiento para un encargo de suyo importante, dada su nula
preparación docente, durante una “trayectoria” 100 por ciento política.
Con
un título poco convencional en Educosas, que administra nuestro amigo Roberto
Cano, la denuncia sacudió a la sociedad quintanarroense, a grado tal que, de
manera por demás sospechosa, la página permaneció bloqueada por espacio de
varios días tras esa publicación, a la que su servidor puso “like” y recomendó
ampliamente, aunque “desapareció” al día siguiente. Por fortuna, hoy está
nuevamente disponible.
Seguramente
no faltarán los escépticos que calificarán la denuncia como venganza política, pero
lo cierto es que acusa con todos los “pelos y señales” del caso, por ejemplo en
el tema de la ubicación de la Uqroo que, según pudimos constatar por los
enlaces que ofrece el escrito, sólo dos lugares la separan de la peor
universidad de México, en este caso la Universidad Tecnológica de México
(UNITEC)
En efecto, esta institución, si se le puede llamar de este
modo -desde luego, con respeto a su alumnado-, es calificada como la peor del
ranking de una lista de 10, pese a que fue fundada en 1966 por Ignacio Guerra
Pellegaud y cuenta con una matrícula superior a 50 mil alumnos, lo que la convierte
en una de las universidades particulares más grandes de México.
El no menos deshonroso segundo lugar lo ocupa la Universidad
Popular Autónoma del Estado de Puebla, otro plantel de carácter privado e
identidad católica que, fundado el 7 de mayo de 1973 y con sede en la ciudad de
Puebla, es preferida por acomodados padres quintanarroenses para enviar a estudiar
sus hijos, erróneamente por su supuesto nivel.
A un lugar de la Uqroo, en tercero se ubica la Universidad
Juárez del Estado de Durango, institución educativa pública de nivel superior,
creada en 1856, mientras que en quinto está la Autónoma de
Tamaulipas, fundada el 30 de octubre de 1950 en Tampico como Educación
Profesional de Tampico, aunque forma parte de la UNAM como escuela superior de Leyes
y Medicina. En 1967 fue reconocida como autónoma y cambió su nombre.
En orden ascendente los otros tres puestos corresponden a
las universidades autónomas de Coahuila, Chiapas y Campeche, esta última
fundada el 7 de agosto de 1965 como Universidad del Sudeste, mientras que las
otras lo fueron en 1957 y 1975, respectivamente.
La lista y ubicación de las casas de estudios aparecen en la
página QS Top Universities, que año con año elabora un ranking de universidades
a nivel mundial, y cuyo ejemplo de su prestigio es Dinamarca, que lo utiliza en
su sistema de inmigración, basado por puntos para conseguir una green card
(documento de identidad para residentes extranjeros)
Según
explica, de las 300 universidades analizadas en toda Latinoamérica, las
mencionadas son las peores de México, aunque, aclara, puede haber muchas
peores, como la “de la esquina” o cualquiera “patito”, pero que es un ranking
de escuelas relativamente “relevantes o conocidas”, por lo que, concluye, “si
estudias en una de estas escuelas, no debes sentirte mal, recuerda que hay
muchos otros factores que te llevan al éxito, no sólo la institución académica”.
Ahora bien, a reserva
de que Educosas volviera a sufrir un nuevo problema “de Internet”, lo que no
pocos calificamos como “hackeo” por parte de cibernautas, su ubicación es http://educosas.com.mx/home/mierda/
aunque su servidor cuenta con la transcripción, por cierto bastante extensa, pero
toda muy interesante.
Lo cierto es que, ante el cúmulo de irregularidades
difundidas -es de esperarse y exigible que Alina Coral ofrezca puntual
explicación, punto por punto-, se pone nuevamente de manifiesto la urgente necesidad
de que los universitarios insistan en la autonomía de la Uqroo, pero documentarse
mejor y asesorarse adecuadamente para propiciar los cauces necesarios
Su
falta de conocimiento sobre el tema se refleja en sus públicas opiniones, por
ejemplo en el caso de “Elma” -evitamos publicar sus apellidos por respeto-
acusa que “y eso que nos encontrábamos en los lugares menos penoso, es más creo
que entre las 10 mejores antes de que el Gobierno metiera sus asquerosas manos”,
cuando que la UQRO jamás estuvo en esa posición y el gobierno siempre ha participado
en las decisiones de la institución, lógico, no es autónoma.
Hasta
hoy, ante el sigilo con el que las autoridades universitarias manejan las cosas,
sobre todo ante la cuestionable labor de la Secretaria General y Secretaria del
Consejo Universitario, Nancy Angelina Quintal García, se averiguó el
presupuesto de la Uqroo: 311 millones 260 mil 845 pesos,
conformados por una aportación federal de cerca de 152 millones 583 mil pesos (49.02%),
otra estatal, por 144 millones 878 mil pesos (46.55%) e ingresos propios por 13.8
millones (el 4.43%)
Hay tela de dónde cortar sobre el tema, pero en nuevas colaboraciones.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana
Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información,
editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha
fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes
municipales, y publicado tres libros.
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