El suicidio, ¡asignatura pendiente!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Sólo
superado por Aguascalientes, con 9.2 suicidas por nada 100 mil habitantes,
Quintana Roo ocupa el nada honroso segundo lugar en la tasa de suicidios de
todo el país, con 8.8, mientras que Guerrero (2.7), Oaxaca
(3.0), y Tlaxcala (3.1) presentan las tasas más bajas, en un fenómeno donde
México en su conjunto sufre de tendencias al alza desde el año 2000, cuando
pasó de 3.5 a 4.9 suicidios en el 2013
Lo
anterior obligó al Senado de la República a tomar cartas, con un llamado a la
Secretaría de Salud a instrumentar y reforzar las estrategias, acciones, campañas
de información y concientización para prevenir que los mexicanos opten por la
llamada salida por la puerta falsa.
Y
es que, conforme al Inegi, el suicidio es la décima cuarta causa de muerte en
el país, con cinco mil 909 casos hasta hace dos años -el 1% del total de
fallecimientos registrados-, con una tasa de casi cinco por cada 100 mil
habitantes.
Destaca
que las diferencias por sexo son notorias y constantes con el paso del tiempo,
toda vez que en 2013 la tasa de mortalidad por esta causa fue de 8.1 por cada
100 mil hombres y de 1.7 suicidios por cada 100 mil mujeres, es decir, del total de suicidios 81.7% fue de
hombres y 18.2% de mujeres, lo que significa que se quitan la vida más de cuatro
varones por cada fémina.
Frente
a este panorama, la salud es un elemento fundamental para el desarrollo
económico y social, por lo que debería constituir una prioridad de las
políticas públicas que impulsa el Gobierno Federal por el bienestar de todos, y
no seguir con “recortes” presupuestales al sector.
Los
trastornos mentales, neurológicos y los asociados al abuso de sustancias, son
prevalentes en todas partes del mundo e importantes factores que contribuyen a
la morbilidad y mortalidad prematura.
En
la mayoría de los países el fenómeno del suicidio se considera indicador
directo de la salud mental, en cuyo origen convergen distintos factores de
riesgo, tanto biológicos, genéticos y psicológicos, como culturales, económicos
y sociales.
De
acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS), la salud mental es un
estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de
afecciones o enfermedades.
Entre
los factores más importantes que constituyen riesgos para que una persona
decidida suicidarse se incluyen las enfermedades mentales, los trastornos por
consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia -entre los que toma
importancia el bullying escolar- y las sensaciones de pérdida, entre otros.
Desafortunadamente
las personas que con frecuencia tratan de alejarse de una situación que parece
imposible de manejar son las que mayormente intentan suicidarse, esto en busca
de alivio por sentimientos de vergüenza, culpabilidad, rechazo, soledad y
pérdidas familiares, entre los más comunes.
Según
la OMS, unas 20 millones de personas intentan suicidarse al año, y una de cada
20 lo logra, en una tendencia que se agudiza en la juventud, independientemente
del grado de desarrollo económico del país, lo que equivale a una tasa de
mortalidad de 16 suicidios por cada 100 mil personas en el mundo, o bien un
suicidio cada 40 segundos.
En
los últimos 45 años, la tasa de suicidios aumentó a nivel mundial un 60% y se
ubicó entre las tres principales causas de muerte en personas de entre 15 y 44
años de edad, y segunda causa de muerte entre jóvenes de entre 10 y 24 años.
Para
dar una idea sobre la gravedad del tema, México ocupa el cuarto lugar en países
con los más elevados índices de suicidio en América Latina, sólo por debajo de
Argentina, Brasil y Colombia, a grado tal que en las tres últimas décadas pasó
de una tasa de mortalidad de dos a ocho por cada 100 mil habitantes, es decir,
cuatro veces más.
Dadas
las circunstancias, de acuerdo con la Secretaría de Salud, se han diseñado
diversas estrategias para abatir el fenómeno, entre ellas un Programa de Atención
en Salud Mental, con una vigilancia epidemiológica e investigaciones para el
conocimiento del problema para mejorar la posibilidad de prevenirlo.
No
obstante la labor de la dependencia federal y las entidades a través de
acciones para disminuir la tendencia a resultados más positivos, sigue siendo importante
fortalecer las acciones focalizadas a garantizar mejores niveles de bienestar a
las familias, entre ellos el fortalecimiento de la educación sobre enfermedades
mentales relacionadas con el suicidio.
En
efecto, una de las mejores maneras de combatir el suicidio es el diagnóstico
oportuno de tendencias, a efecto de estar en condiciones de proporcionar un
tratamiento adecuado.
Así,
en lugar de conformar agrupaciones y demás organismos, que sólo tienen por
propósito el lucimiento político personal, es mejor instrumentar y fortalecer
estrategias, acciones y campañas de información y concientización que prevengan
causas de suicidio, así como establecer un hasta hoy inexistente programa de
atención alterno para los familiares que han padecido la pérdida de uno de sus
integrantes por ese motivo.
En
el caso concreto de Quintana Roo, donde un elevado número de suicidas se
encontraba alcoholizado o había ingerido alguna sustancia inusual, profundo
estudio del Consejo Estatal de Población (COESPO) recomienda entre las
principales estrategias de prevención, reducir un factor facilitador del
suicidio a través del control de venta de bebidas alcoholizadas.
Asimismo,
incluye regular el otorgamiento de permisos y patentes en las regiones más
populares de ciudades como ¡Cancún, Playa del Carmen y Chetumal!, así como la
revisión de los Bandos de Policía y Gobierno para reducir los horarios de venta
de alcohol, principalmente los fines de semana.
¿Y
sabe Usted a quienes también están dirigidas las recomendaciones? ¡A los medios
de comunicación!, con los que sugiere establecer como política pública, y que
las noticias sobre suicidio se den en un tono y estilo que no impacte en las
probabilidades de imitación para no crear contagio.
Asimismo,
recomienda apoyar en forma profesional. Concretamente: No incluir la noticia en
primera plana, reducir la exposición y tamaño de las imágenes y no repetir la
nota.
En
efecto, la repercusión potencial de los medios de comunicación en las tasas de
suicidio se conoce desde hace mucho tiempo. Por ello, diversas organizaciones
mundiales y gobiernos han propuesto normas para la comunicación del comportamiento
suicida.
Sin
embargo, faltos de mercado o de demanda, no pocos periódicos, ahora convertidos
en “amarillistas” con la nota “roja”, acostumbran hasta hoy publicar como nota
principal el tema del suicidio, con imágenes grotescas para explotar el morbo
de los lectores.
Existen
más recomendaciones, pero, de antemano, cabría preguntarse ¿quiénes están
fallando a su compromiso moral y social de contribuir a abatir el triste
fenómeno del suicidio? Suele decirse existen muchos culpables cuando ocurre
alguno, cuando que profesionales en la materia concluyen que sólo es uno: El propio
suicida.
En
todo caso, para prevenirlo, lo más recomendable es buscar ayuda profesional en
materia de salud mental, terapeutas, principalmente, cuya labor suele
calificarse de onerosa, pero lo cierto es que la salud y la vida ¡no tienen
precio!
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
leg_na2003@yahoo.com.mx
luancaba.qroo@gmail.com
http://facebook.com/luisangel.cabanas luisangel.cabanas@facebook.com
@legna2003 http://luisangelqroo.blogspot.mx
Comentarios
Publicar un comentario