Peña Nieto, ¡contra el mundo!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Desde
la controvertida nominación de la ex legisladora Arely Gómez como nueva titular de la Procuraduría General de la
República temíamos que el Senado estuviera tan abiertamente controlado por el
presidente priísta Peña Nieto, lo que, lamentablemente, confirmamos con el
polémico nombramiento de Carlos Almada como embajador de México en Japón.
Involucrado
en el peculado por más de mil millones de pesos en el millonario caso de
“Pemexgate”, un fraude electoral de Baja California, y las sospechosas
licitaciones del Tren México-Querétaro y el nuevo aeropuerto de la Ciudad de
México, Almada, sin embargo, no resultó si quiera un reflejo de lo que ocurrió
con el “flamante” nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En
efecto, la ratificación a la nominación de Eduardo Medina-Mora Icaza por parte del
Senado, que “coordina” el priísta Emilio
Gamboa Patrón, puso de manifiesta la docilidad del Poder Legislativo ante Peña
Nieto, ya que, lamentablemente, un caso similar ocurre con la Cámara de
Diputados que, encabezado por el también priísta Manlio Fabio Beltrones Rivero,
vive arrodillado ante los antojos de la Presidencia de la República.
Involucrado
en 236 casos de inconstitucionalidad, el cuestionado “michoacanazo” del 2009,
el abuso de testigos “protegidos”, el operativo “Rápido y furioso” para traer
armas de Estados Unidos; la fallida “Operación Mérida”, Oceanografía, y las
arteras agresiones policiacas de San Salvador Atenco y la APPO de Oaxaca,
Medina-Mora, sin embargo, desde hoy será “administrador de justicia”.
Su
nombramiento levantó una ola de indignación en todos los sectores de todo
México, al grado tal que más se recabaron más de 54 mil 335 mil firmas de
inconformes que, al final de cuentas, sirvieron para lo mismo que la “Carabina”
de Ambrosio. Nos recuerda las abultadas, miles de cajas con firmas de protesta
que recabó Andrés López Obrador ante las fraudulentas elecciones a la
Presidencia de la República y las de la Consulta Popular.
Ahora,
la tarea de Peña Nieto será la de tender cualquier cantidad de “cortinas” de
humo para desviar la atención sobre este indignante tema que, como se temía,
confirmó prácticamente formalmente el “maridaje” entre los poderes Ejecutivo y
Legislativo, aunque con una labor en proceso para integrar también al Judicial,
para lo cual Medina-Mora será pieza importante, aunque no fundamental, ya que
se aproximan otros dos nuevos nombres.
Para
ese efecto, según han documentado diversos medios, se prevé que, tras su
cínico, vergonzoso, cuestionable papel en la ratificación del ex titular de la
PGR, el PAN tenga “mano” en la nominación de alguno de los posibles candidatos,
uno de ellos, aseguran, un ex senador priísta que recién solicitó licencia para
convertirse en académico del ITAM, el abogado capitalino Raúl Cervantes
Andrade, de 52 años de edad, dos veces diputado federal.
Ahora
bien, en el más corto plazo, al PAN le significará un elevado costo político su
decisión de volver a las andadas de “concertacesión” con el PRI, ya que restan
pocos meses para las elecciones intermedias y muy probablemente cunda el
desencanto entre sus potenciales votantes que, otrora ilusionados con el
“cambio” -que nunca se dio con Fox ni con Calderón-, voy lo vean más lejano que
nunca y voten en contra. ¡Bien merecido!
Un
pago de “factura” fundamental que no se puede olvidar como una de las
actuaciones más cuestionables de Medina-Mora fue el cerrojazo a un expediente en
febrero de 2009. Se trata de las averiguaciones previas contra el ex gobernador
priísta Arturo Montiel Rojas y su hijo Arturo Montiel Yáñez por peculado,
lavado de dinero, evasión de impuestos y ejercicio indebido de atribuciones y
facultades.
Además
de ser cómplice de la violación de derechos humanos a indígenas, impidió y se
opone a que la mujer ejerza su libertad reproductiva, pero su mayor recompensa
es que, en la víspera de su salida de la PGR, apenas cinco días antes, así de rápido
ordenó “descongelar” los 73 millones de dólares de Raúl Salinas de Gortari,
hermano “incómodo” del ex presidente Carlos Calinas, hoy asesor de Peña Nieto.
Como
éstas últimas existe un sinfín de cuestionables actuaciones del nuevo ministro,
por lo que analistas políticos, hombres de la calle y profundos conocedores del
tema, se siguen preguntando cuál habría sido el motivo de fondo para esa
preferencia de Peña Nieto, uno de ellos su poder transexenal, su relación con
Televisa, su protección e impunidad, etc., etc., y hasta su relación con el
llamado “Poder gay”, del que mucho habló Agustín Humberto Estrada Negrete en
2012.
Una semana después del incendio en la
guardería ABC de Hermosillo, Sonora, donde murieron 49 bebés y niños en 2009,
el entonces procurador Medina- Mora afirmó que podrían configurarse delitos
culposos, pero nadie iría a la cárcel por no ser intencional, y aunque alguien
resultara responsable alcanzaría fianza por no estar tipificado como delito grave.
Cuatro
años antes, aparecía en la historia Jésica de Lamadrid Téllez, colaboradora de
la empresa Radar en mercadotecnia, que llevó la candidatura de Peña Nieto como
gobernador en Edomex y luego la presidencial, ya que en diciembre de 2005 nació
Luis Enrique, hijo de Peña Nieto y Yesica, aun cuando estaba casado con Mónica
Pretelini y aspiraba a gobernar Edomex.
Según
el libro “Las mujeres de Peña Nieto” de Alberto Tavira, para esa fecha, ya
había rendido protesta como gobernador, por lo que aquélla debió decidirse a
ser madre y padre de su pequeño. Mantuvo la distancia y calló.
“La
madrugada del 27 de noviembre de 2006 un fuerte grito despertó
intempestivamente a Yesica. Corrió a la cuna de su hijo y lo vio boca abajo,
sin poderse mover, y llorando como nunca antes. Sin perder tiempo lo llevó al
hospital”, dice la obra, que abunda que, tras varios estudios, Luis Enrique fue
diagnosticado con hidrocefalia.
De
inmediato, sin dudarlo Yesica solicitó la ayuda de Medina Mora, entonces
secretario de Seguridad Pública, quien actuó de inmediato, ya que había sido su
amigo y compañero de trabajo por mucho tiempo -fue su secretaria privada y
directora de cooperación internacional en la PGR-, por lo que su apoyo fue
fundamental. Dos horas después, un médico militar intervino quirúrgicamente al
hijo de Peña Nieto.
No
obstante, en diciembre de 2006, un mes después, le detectaron cáncer al pequeño
y, a pesar de todos los esfuerzos por salvarle, falleció el 31 de enero de
2007. Curioso contraste entre las reacciones ante las vidas de 49 niños
sonorenses y el hijo de quien sería presidente de México.
Así,
no importa si Medina-Mora sabía del programa “Rápido y Furioso” o era uno de
los ideólogos de la guerra contra el narcotráfico de Calderón, incluso si
ayudaba a Genaro García Luna con sus montajes mediáticos, lo cierto es que los
favores se pagan, y Peña Nieto le debía uno muy grande. Quizá fuera parte de una
de las razones para “merecer” ser ministro.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 37 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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