PGR, ¡Un verdadero escándalo!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
¡Qué
“curioso!”! En México se crean comisiones de investigación a doquier, se
refunda la Función Pública, se crea el organismo de anticorrupción, se aprueban
leyes de transparencia y se cambia al titular de la PGR, entre otros, pero todo
sigue igual: Ningún avance en nada y nada ni nadie toca al presidente de la
República con el pétalo de una rosa, pese a ser uno de los principales
involucrados en esos temas.
Antes
bien, coincidentemente, la PGR detiene a “La Tuta” unas horas antes de la
“renuncia” de Murillo Karam y al día siguiente hace lo propio con el líder
“Z-42” de los Zetas, Omar Treviño Morales, aunque en el caso del primero desde
meses atrás había trascendido que sabía perfectamente su ubicación. Suponemos
que no era el “momento” de aprehenderlo.
No
cabe duda que el país está de cabeza y que los legisladores del PRI luchan en
el Congreso de la Unión para sostenerlo con pinzas, claro, con el cómplice
apoyo del Partido Verde “Ecologista”, que sueña con convertirse en la tercera
fuerza política del país, desde luego consentido por las autoridades electorales.
Léase Instituto Nacional Electoral, que ayer le dio un “rasponcito” con una
multa.
Era
de esperarse. Era demasiado obvia la imparcialidad de ese órgano
“ciudadanizado”, al grado tal que siete partidos tuvieron que retirarse de su
asamblea general para el típico “yo hago como que te pego y tú haces como que
te caes”.
Ahora
bien, el escándalo más reciente se dio precisamente en el Senado -y entre la
opinión pública- con una nueva muestra de prepotencia del PRI y sus aliados con
la ratificación de la ex senadora Arely Gómez González como nueva titular de la
Procuraduría General de la República, con lo que ya ni sabemos quiénes son de
la oposición y quiénes sólo dicen serlo
Lo
cierto es que, como fundamentó el ex priísta y hoy petista Manuel Bartlett
Díaz, cuando se analiza a personalidades para ubicar los encargos públicos de
trascendencia no se debiera descalificar a las personas, sino analizar la política
ante lo que se debe hacer. Esa debiera ser su responsabilidad.
Y
vaya que tenía razón el PT en votar contra la ratificación de Arely Gómez, ya
que es prácticamente imposible pensar que pudiera actuar de manera imparcial en
la PGR, toda vez que, hasta para el más ingenuo lo sabría, fue designada por
Peña Nieto precisamente para garantizar la impunidad de éste y, de paso, los
intereses de Televisa, que son los mismos.
Nadie
olvida que Peña Nieto llegó al poder gracias a Televisa, y que se mantiene
gracias al manejo permanente de este “Canal de las estrellas” para liquidar el
derecho a la información de los mexicanos.
Sin
Televisa, Peña Nieto no sería nada, y Arely Gómez y Eduardo Medina Mora, éste
último propuesto por el mandatario para ascender a la Suprema Corte de Justicia
de la nación, jamás pretenderían alcanzar esos niveles. La nueva funcionaria,
hermana del vicepresidente de Noticieros Televisa, Leopoldo Gómez, está
comprometida indefectiblemente con esos intereses porque es consecuencia del
contubernio directo e indirecto Peña Nieto-Televisa.
Hoy,
más que nunca, que vivimos en un país en crisis, con instituciones que no
despiertan la confianza social, particularmente la PGR, como lo ha reconocido
el propio Peña Nieto, se requiere independencia del titular de la futura
Fiscalía, hoy titular de la Procuraduría, por encima de toda sospecha de los
partidos, del Ejecutivo y de Televisa.
Las
razones para que la ex legisladora no debía ser Procuradora son múltiples, el
primero de ellos por ser hermana del vicepresidente de Televisa, con el más
alto nivel de influencia, en uno de los poderes fácticos, dominantes e invasivos
del país. Habrá que decirle a Leopoldo Gómez que tiene razón en que los méritos
importan más que la sangre en materia de democracia, siempre y cuando no lo
prohíba la ley, y que las televisoras no desplieguen de manera permanente su
poder político desmedido en México.
Arely
Gómez no tendrá nunca condiciones de imparcialidad en investigación alguna que
afecte a la oligarquía económica y mediática de Televisa o sus intereses. Representa
una visión conservadora del Derecho, cuando que el Procurador debiera
representar concepciones alternativas, sociales e igualitarias del Derecho.
Además
de sus fuertes nexos con grupos tradicionalistas y conservadores, como
documenta Jesús Silva-Herzog Márquez, no debería ser Procuradora porque en
lugar de presentarla al cargo el Ejecutivo, la “destapó” Televisa, tal y como
documentó el periodista Jenaro Villamil, lo que prueba que Televisa se impone y
adelanta al propio gobierno sin recato alguno.
Como
Senadora, Arely se excusó de presidir la Comisión Especial de Oceanografía -para
la que había sido nombrada- por razones de parentesco, por afinidad en cuarto
grado con Martín Díaz Álvarez, según dijo ella mismo, pero hoy tiene relación
de parentesco por consanguinidad en segundo grado con el vicepresidente de
Televisa… y no se excusó en nada.
Las
fracciones XI y XII del artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos señalan que “cuando pueda afectarse
el desempeño imparcial por la existencia de intereses personales, familiares o
de negocios, el servidor público debe excusarse”. ¿Por qué no lo hizo ante este
evidente conflicto de intereses familiares?
Estar
contra su designación es estar contra la extensión y desdoblamiento del poder
de Televisa en las instituciones políticas del país, que influye y penetra en
todos los ámbitos del poder, amén de que este tipo de designaciones deben ser
deliberadas socialmente, y esto no existió. El pueblo desconoce sus vínculos
con los poderes fácticos del país.
Finalmente,
Arely Gómez no debe ser Procuradora porque seguramente no realizará las conocidas
investigaciones de los casos Ayotzinapa y Tlatlaya bajo condiciones de
imparcialidad, exhaustividad y plenitud que se requieren, ya que lo impedirán
sus vínculos con el poder presidencial, Televisa y la derecha.
¿No
son suficientes razones? Para el Senado, ¡NO! ¿Y para Usted?
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 37 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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