En
primera fila
Libertad de expresión, ¡secuestrada!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Una
de las noticias que encabezó la semana anterior las primeras planas de los
periódicos de todo el planeta fue, sin duda alguna, el atentado terrorista
cometido en París contra periodistas y caricaturistas del semanario francés “Charlie
Hebdo” y de las personas que, junto con ellos, asesinó un grupo de fundamentalistas.
Las
reacciones de los políticos no se hicieron esperar, y México no fue la excepción, ya que en la sesión de
la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se escucharon voces de los
representantes de los partidos, que se rasgaron las vestiduras en favor de la
libertad de expresión.
Así,
el legislador del Panal, José Angelino Caamal Mena, aseguró que esa libertad, consagrada
en la Constitución, es fundamental para la democracia, ya que mediante la
crítica, discernimiento, diversidad de opiniones, tolerancia y respeto de ellas
mismas se puede construir una sociedad bien informada como es su derecho.
Por
su parte, el panista Juan Carlos Romero Hicks destacó que es uno de los
derechos humanos fundamentales, reconocido como principio sagrado e intangible
que, en esencia, garantiza la promoción y salvaguarda de los valores
democráticos, es decir, la esencia misma del Estado de Derecho.
Sin
embargo, ninguno de ellos aludió un planteamiento anterior de la perredista Aleida
Alavez Ruiz, quien condenó enérgicamente ese atentado del 7 de enero último, pero
equiparó el caso al reciente retiro del Instituto Nacional Electoral (INE) a un
spot en el que aparecía el periodista “estelar” de Televisa, Joaquín López
Dóriga.
Respecto
al ataque al “Charlie Hebdo”, consideró que debiera repudiarlo toda la
comunidad internacional, ya que no sólo es un hecho aislado contra las libertades
de expresión y de prensa, derechos fundamentales de toda democracia
constitucional.
En
efecto, más allá de una consideración maniquea que descalifique este derecho como
un valor de la cultura occidental, se debe reconocer como valor universal que
protege a todos por igual, independientemente de sus creencias filosóficas,
religiosas o políticas, toda vez que es inherentes a la condición humana y, por
lo tanto, debe ser respetado, promovido y protegido en toda su extensión por la
comunidad internacional.
Sin
ellos, sólo quedan la barbarie, los fundamentalismos y la violencia, como la
que se cometió, no sólo contra el Semanario y del pueblo francés, sino contra
toda la humanidad.
Los
ataques contra la libertad de expresión y la libertad de prensa en cualquier
parte del mundo, particularmente en México, adoptan diversas formas de
represión que pretenden inhibir la libertad de pensamiento y la libre
circulación de ideas, y con ello la tolerancia, la diversidad y el Estado
laico.
Lamentablemente,
la violencia contra la prensa es cosa cotidiana en México, ya que el año pasado
la organización “Artículo 19” documentó hasta fines de septiembre más de 222
agresiones a la prensa, 94 físicas, 40 actos de intimidación, 37 amenazas, 23
detenciones arbitrarias, tres asesinatos de periodistas y el ataque a un medio
de comunicación.
En
octubre, fueron asesinados la usuaria de redes en Tamaulipas, María del Rosario
Fuentes, y el comunero sinaloense Atilano Román Tirado, quien tenía un programa
de radio. Más recientemente, “desapareció” el periodista veracruzano Moisés
Sánchez Cerezo, pero sólo son casos emblemáticos que nos hieren profundamente
en lo individual y lo colectivo.
No
obstante, permiten contrastar que mientras en Francia se asesinó a 20 personas a
causa de la libertad de expresión, en México es cotidiano con los periodistas
por ejercer ese elemental derecho constitucional y humano, y el gobierno
federal poco o nada ha hecho para salvaguardar la vida de éstos y enjuiciar a
quienes atenten contra su ejercicio.
Por
cierto, el presidente Peña Nieto envió a París a alto funcionario de su
gabinete para representarlo durante la enorme, histórica manifestación de
millones de franceses, cuando que contribuiría más en favor de la defensa de la
libertad de expresión y el derecho a la información si la Procuraduría General
de la República hiciera su trabajo más eficaz y detuviera y enjuiciara a los
asesinos de periodistas.
La
impunidad es el peor mensaje que se le puede dar al crimen organizado y a los
funcionarios corruptos, cuyas agresiones privan a la sociedad de una fuente de
información y provocan un efecto inhibidor en el trabajo de la prensa.
Según
“Artículo 19”, México tiene uno de los peores records del mundo en homicidio a
periodistas, lo que significa que su democracia es pobre, aunque también la
censura es una forma de represión.
Un
caso evidente ocurrió el sábado, cuando la Comisión de Quejas del INE ordenó
arbitrariamente suspender la transmisión del “spot” mencionado, que refiere la
situación política del país e incluía elementos visuales de personajes de la
vida pública, como los cuestionados Gustavo Díaz Ordaz, Carlos Salinas, Peña
Nieto, Luis Videgaray y López Dóriga.
Esta
medida vulnera la libertad de expresión como muestra del sometimiento del INE a
los intereses de un poder fáctico caracterizado a lo largo de su existencia por
la violación reiterada de los derechos a la información, la libertad de
pensamiento y la tolerancia a otras expresiones.
La
decisión del INE, rapidísima por cierto, obliga a sospechar a todo mundo, ya
que resolvió la medida cautelar a una meteórica velocidad que pocas veces se le
ha visto, en contraste con la parcialidad y lentitud con la que resolvió
suspender la ilegal campaña del Partido Verde “Ecologista” en los medios de
comunicación y salas de cine -excepto en Cinépolis de Chetumal-, con recursos
de procedencia desconocida y presumiblemente ilegales.
Es
de lamentarse que haya solidaridad y llamados internacionales, cuando que en la
casa, en nuestro propio país, no se garantiza como Estado, y los periodistas
viven una lamentable amenaza en el ejercicio de la libertad de expresión y
derecho a la información.
El
senador priísta Ricardo Urzúa Rivera tan sólo habló de la necesidad de expresar
la solidaridad de su partido con los franceses y su compromiso permanente con el
derecho fundamental de la libertad de expresión, pero nada sobre el retiro del
spot del conductor de Televisa.
Como
era de esperarse, el eterno “satélite” del PRI, el Partido Verde, a través de
su legislador Juan Gerardo Flores Ramírez, condenó los ataques, lamentó la
muerte de 17 galos como resultado y que se haga uso de la tribuna para señalar
cuestiones “de índole doméstica”, partidista y electoral... como demostró ser para
él la libertad de expresión en México.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana
Roo, con más de 37 años de trayectoria como reportero, jefe de información,
editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha
fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres ex presidentes
municipales, y publicado tres libros.
luancaba.qroo@gmail.com
@legna2003
http://luisangelqroo.blogspot.mx
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